Explorando identidades desde la teoría feminista y el arte. El ejemplo de Claude Cahun

Abstract

La tradicional dicotomía categórica entre hombre y mujer resulta ser la mayoría de las veces limitadora y excluyente. Este trabajo presenta el debate alrededor de la identidad de género presente en el feminismo al mismo tiempo que introduce una de las herramientas más útiles para reinventar la propia identidad: el arte. Simone de Beauvoir propuso una útil división para el feminismo entre género y sexo, afirmando que el género es una construcción social susceptible a cambios y, al contrario, el sexo sería un elemento prácticamente inmutable. Esto supuso una revolución, pues de esta manera se podía hacer frente mediante el género a las excusas biologicistas que defendían la subordinación de las mujeres. Posteriormente, Judith Butler afirmaba que no solo el género sino que también el sexo también es una construcción social. Butler estipulaba que toda etiqueta era excluyente y apostaba por las acciones performativas, es decir, defendía las actividades subversivas para sobrepasar el tradicional binarismo genérico. No obstante, estas teorías fueron muy criticadas por autoras como Seyla Benhabib, que sostenía que de esta manera se desestabilizaría el sujeto mujer y se impedía articular una política clara para la igualdad. Esta propone el llamado universalismo ético e ilustrado de viso pluralista a escala mundial, donde todas las personas de todas las culturas tienen voz para que las categorías de hombre y mujer no resulten excluyentes. Al final, el feminismo debe aportar la mayoría de teorías posibles para ampliar la visión del tema todo lo posible. Aunque el debate no haya llegado a un acuerdo, es imprescindible acoger todas las propuestas y entender que el siguiente paso es el de entender el género de una manera más libre. Para ello, se ha elegido a una precursora a todo este discurso: Claude Cahun, una artista que revoluciona todo lo que se había establecido en el género incluso antes de que se formularan las anteriores propuestas. Los autorretratos de Cahun ponen en tela de juicio la tradicional dicotomía genérica; la artista lleva la exploración de su identidad de su obra a su vida y se relaciona con las propuestas de Butler en cuanto al cuerpo y a las acciones subversivas. Cahun es el ejemplo imprescindible que personifica el discurso sobre el género, resultó ser una artista moderna para su época e incluso en la actualidad reinventando los discursos sobre feminidad y masculinidad.

The traditional categoric dicotomy between men and women can be, most of the times, limiting and exclusive. This paper presents the debate around the identity of the gender that is present in the feminism, at the same time that it introduces one of the most useful tool used to reinvent one’s self identity: the art. Simone de Beauvoir proposed a useful division for the feminism between gender and sex, affirming that the gender is a social construct susceptible to changes and, on the contrary, the sex would be an element practically immutable. This meant a revolution because in this sense, through the gender, the biologist excuses that defended the subordination of women could be challenged. Later, Judith Butler affirmed that not only the gender but the sex also is a social construct. Butler stipulated that all etiquette is exclusive and opted for the performative actions, that is, defended the subversive activities in order to surpass the traditional conception of generic binarism. However these theories were criticised by authors like Seyla Benhabib that defended that, in this manner, the subject woman would be destabilized and it would be impossible to articulate a policy that pursued an equality. Benhabib proposes, on a global scale, an ethic and ilustrated universalism where all the people and all the cultures have a voice so that the categories of men and women aren’t exclusive. In the end, feminism has to provide a great number of theories in order to enlarge the vision of this topic as much as possible. Although the debate hasn’t reached an agreement, embracing all the proposals and understanding that the following step is to interpret the gender in a more freely manner, is essential. For this we have chosen the precursor of this debate: Claude Cahun, an artist that revolutionized all that was established around the concept of gender even before all of these proposals were formulated. The self-portraits of Cahun put into question the tradition generic dicotomy; the artist provides the exploration of the identity of her work to her own life and it relates to Butler’s proposals as far as the body and the subversive actions. Cahun is an indispensable example that personifies the discourse around gender and, for this, she was an artist considered too modern in her time and even nowadays still keeps reinventing the debates around feminity and masculinity.