El descuelgue de las condiciones previstas en los convenios colectivos: requisitos, procedimiento y efectos

Abstract

El procedimiento de descuelgue es una medida extraordinaria que es adoptada por acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores para negociar un convenio colectivo conforme a lo previsto en el art. 87.1 del Estatuto de los Trabajadores, previo desarrollo de un periodo de consultas celebrado de acuerdo a lo establecido en el art. 41.4 del Estatuto de los Trabajadores, a aplicar unas condiciones de trabajo distintas a las que viene recogido en el convenio colectivo sobre las siguientes materias: jornada de trabajo, horario y distribución del tiempo de trabajo, régimen de trabajo a turnos, sistema de remuneración y cuantía salarial, sistema de trabajo y rendimiento, funciones que excedan de los límites para la movilidad funcional y mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social, de conformidad con el art. 82.3 ET1 y que para ello deben concurrir causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Las condiciones de trabajo que se recogen en los convenios colectivos obligan a todas las partes durante toda su vigencia, excepto en caso del procedimiento de descuelgue. Esta medida permite a las empresas en una situación de dificultades económicas disminuir, o no incrementar, el coste salarial intentando evitar de esta manera medidas más drásticas con la aplicación de una reducción salarial o la reducción de la jornada laboral. Asimismo, es necesario diferenciar el desarrollo dado por la Ley a los dos tipos de convenios colectivos, estatutarios y extraestatutarios. Con la crisis económica, el descuelgue salarial se ha configurado como una medida alternativa para potenciar la competitividad y producción de las empresas afectadas por la crisis y que a su vez conserva empleo en lugar de destruirlo. Las nuevas reformas laborales han ayudado a flexibilizar el proceso de descuelgue salarial, que antiguamente era un mecanismo complejo que lo hacía que fuese difícil de aplicar. Como se dice en la exposición de motivos de la Ley 3/2012, de 6 de julio de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral: hay que “incentivar la flexibilidad interna en la empresa como medida alterativa a la destrucción de empleo”. Dichas reformas laborales operadas en los años 2010 y 2012 han tenido gran importancia para el descuelgue salarial, que como hemos dicho, han convertido esta herramienta en algo operativo, ya que antes de dichas reformas laborales, debido a los requisitos que se exigían, lo hacían algo prácticamente inoperante.