La marginalidad del ruido asociado al transporte en la metodología de análisis de ciclo de vida

Abstract

The Life Cycle Assessment (LCA) methodology is a comprehensive environmental impact assessment tool whose aim is to evaluate the most relevant environmental impacts of a product or service along its life cycle. However, LCA studies often fail to include some of the largest impacts of the product system under study. Such is the case of transport noise: despite being a major source of discomfort whose significance can be likened to that of other forms of environmental pollution, it is often neglected in LCA studies. In this study, the causes for the marginality of transport noise in LCA are analyzed. Most of these causes stem from the special characteristics of noise as a pollutant (not just traffic noise but also noise from any other source), which are briefly discussed. The clash of these peculiarities with the limitations of LCA is thought to have seriously hindered the inclusion of noise within LCA. The special characteristics of noise as a pollutant (site-dependency of impacts, human perception issues, non-linearity of impacts and limited availability of data) that have hindered the inclusion of noise within LCA appear to justify a specific treatment within the LCA framework to better accommodate the assessment of its impacts.

El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) es una herramienta de evaluación de impacto ambiental cuyo objetivo es evaluar los impactos ambientales más relevantes de un producto o servicio a lo largo de su ciclo de vida. Sin embargo, los estudios de ACV a menudo descuidan impactos importantes asociados al sistema-producto. Tal es el caso de ruido del transporte: a pesar de ser una importante fuente de malestar, cuya importancia puede compararse a la de otras formas de contaminación ambiental, es sistemáticamente marginado en los estudios de ACV. Este estudio analiza las causas de la marginalidad del ruido del transporte en el LCA. La mayoría de estas causas se derivan de sus características especiales como contaminante (no sólo el ruido del tráfico, sino también de cualquier otra fuente), que se comentan brevemente. Se sostiene que el choque de estas particularidades con las limitaciones del ACV ha obstaculizado seriamente la inclusión de ruido dentro de la LCA. Las características especiales del ruido como contaminante (dependencia espacio-temporal de los impactos, cuestiones de la percepción humana, no linealidad de los impactos y disponibilidad limitada de datos) parecen justificar un tratamiento específico en el marco de ACV se adapten mejor a la evaluación de sus impactos.