El buen gobierno en la Comunidad Valenciana : regulación y práctica

Abstract

La crisis económica da paso a la necesidad de un cambio democrático en las Administraciones Públicas, para luchar contra la corrupción y lograr que éstas sean más eficientes y eficaces. A consecuencia de ello, en el año 2013 nace en España la Ley 19/2013, de Transparencia, acceso a la Información Pública y Buen Gobierno (en adelante LTAB) para fortalecer las relaciones entre los ciudadanos y las Administraciones Públicas y con ella nace el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, órgano que tiene como función velar por la transparencia, acceso a la información y buen gobierno. Esto no es más que el principio de un largo recorrido, ya que para conseguirlo no basta sólo con las leyes, se necesita de un cambio en las actitudes y comportamientos de las personas. Pero, gracias a las leyes, sabemos que vamos en la buena dirección para lograrlo. En la Comunidad Valenciana, recientemente, se ha aprobado la Ley 2/2015, de 2 de abril, de la Generalitat, de Transparencia, Buen Gobierno y Participación Ciudadana de la Comunitat Valenciana, no de la forma esperada por algunos partidos políticos, como veremos a lo largo del trabajo, pero, sin lugar a dudas, es un paso para lograr que la ciudadanía vuelva a creer en las Administraciones Públicas y en los que gobiernan. A pesar de no ser una novedad, el concepto de buen gobierno consigue despertar cierto interés por parte de la ciudadanía a causa de las preocupaciones que existen en cuanto a transparencia, calidad, corrupción, desconfianza de la clase política, entre otras. Por eso, el objeto de estudio de este trabajo, es la contextualización histórica del concepto buen gobierno, su regulación normativa a nivel estatal y autonómico, centrándose en la Comunitat Valenciana, que tiene una ley muy novedosa y dada su extensión solamente abordaremos en detalle su contenido relacionada con el buen gobierno y las posibles modificaciones que han ido surgiendo desde su aprobación. Enfatizaremos la importancia de los Códigos de Buen Gobierno, que en la Comunitat Valenciana se ha aprobado durante el mes de mayo de 2016 por el Consell, el primer Código de Buen Gobierno Valenciano de su historia, por lo tanto analizaremos el contenido del Decreto, como un elemento relevante y práctico para promover las buenas conductas de los cargos públicos y devolver la confianza a los ciudadanos. A consecuencia de la corrupción y la mala gestión en las Administraciones Públicas, el legislador se ha visto obligado a crear medidas jurídicas para poder erradicar semejantes actitudes. Así como crear un régimen sancionador para aquellos cargos públicos que no cumplan con las acciones de buen gobierno. Se trata de un problema ético en parte y a veces no depende de las herramientas de control de las que se disponen sino de la conciencia de quien las utiliza. Como Aristóteles1 decía: “Un estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por una buena ley”, porque para hacer cumplir las leyes, se necesita de actitud y buen comportamiento por parte de los ciudadanos. Es decir, se necesita que las leyes se cumplan, pero para ello es fundamental la bondad y la honestidad de las personas. Por último, se hace referencia a los partidos políticos que han incluido el concepto de buen gobierno en sus programas electorales a nivel autonómico, que como veremos, es relativamente reducido su uso.