Política criminal sobre la prostitución en España

Abstract

La prostitución es un fenómeno que incide directamente en la Política Criminal española y que siempre ha supuesto un arduo debate entre la ciudadanía. Un 39% de los varones españoles reconoce haber optado por el sexo de pago alguna vez en su vida, estas cifras colocan a nuestro país en una alta posición en el ranking de consumo, siendo los primeros a nivel europeo y los terceros a nivel mundial, dejando cifras de unos cinco millones de euros diarios. Al tratarse de un tema con mucha ambigüedad existen varios modelos que hablan de su existencia y de cómo se debería regular, es por ello por lo que estos modelos pivotan entre: regulación, legalización, abolición, prohibición y en la actualidad también sobre la neoabolición. La situación de alegalidad dificulta el posicionamiento respecto a esta cuestión, ya que en ciertos estados existe reconocimiento y derechos para las personas que eligen dedicarse a la prostitución, y sin embargo en otros son sancionadas duramente. Es por ello, que resulta una actividad opaca, difícil de investigar, dando una sensación de inseguridad jurídica para la ciudadanía. En la actualidad, desde el punto de vista del castigo penal, suele existir confusión a la hora de abordar, por un lado, la prostitución coactiva, y, por otro, la trata de seres humanos con la finalidad de explotación sexual. Además, para cierta vertiente de la población, afirmar que existe una prostitución libre y voluntaria supone un atentado contra la dignidad de la mujer. Por ello también, estamos ante un momento histórico al contar con un Proyecto de Ley Orgánica que se posiciona en la vertiente abolicionista y que busca acabar con la famosa “tercería locativa” evitando así situaciones de abuso para las personas prostituidas.

Prostitution is a phenomenon that has a direct impact on Spanish criminal policy and has always been an arduous debate among citizens. Thirty-nine percent of Spanish men acknowledge having opted for paid sex at some time in their lives. These figures place our country in a high position in the ranking of consumption, being the first at European level and the third worldwide and leaving figures of about five million euros per day. As this is a controversial issue, there are several models that speak of its existence and how it should be regulated. These models pivot between regulation, legalization, abolition, prohibition, and currently also neoabolition. The situation of legality makes it difficult to take a stance, since in some states prostitution and the rights of people who choose to engage in it are recognised, but in others they are severely punished. Therefore, it is an opaque activity, difficult to investigate, and that gives a feeling of legal insecurity for citizens. At present, from the point of view of criminal punishment, there is often confusion in dealing with coerced prostitution on the one hand, and trafficking in human beings for the purpose of sexual exploitation on the other. In addition, for a certain part of the population, affirming that there is free and voluntary prostitution is an attack on the dignity of women. In that sense, we are also facing a historic moment with an Organic Law Project that is positioned on the abolitionist side and that seeks to put an end to the famous tierce spaces, thus avoiding situations of abuse for prostituted persons