Plan de creación de una escuela creativa

Abstract

Son muchas las culturas, idiomas, tradiciones e incluso religiones, que nos diferencian y alejan unos de otros, llegando incluso a hacernos impasibles e indiferentes de un lugar a otro del mundo; de una persona a otra en este mismo planeta. Pero, aún así, por muchos límites y barreras invisibles que se tiendan entre nosotros, existe algo que nos hace mucho más familiares y semejantes de lo que nosotros mismos podemos llegar a imaginar y siquiera pensar. Todos, vengamos de donde vengamos, hayamos nacido en la cálida África o en la fría Canadá, tenemos un mismo corazón que llora con las tristezas, se alegra con los júbilos, y que –sin duda alguna– sabe reconocer la belleza de la creación, la belleza de la creatividad. Parece irónico ver como, a medida que vamos creciendo, aprendemos tantas cosas y olvidamos tantísimas otras. Y lo más importante, la olvidamos a ella. Perdemos de vista la creatividad, la ocultamos y encorsetamos entre tantos y tantos planes rígidos, programas cuadriculados que no dejan ni un instante para que nos entusiasmemos con nuevas ideas, nos maravillarnos ante lo desconocido, pensemos más allá de lo que hay entre líneas. Miramos al futuro sin ninguna esperanza e ilusión por llegar, con una mirada cabizbaja y conformista. Somos como brújulas sin norte, que caminan sin rumbo ni grandes sueños que alcanzar, ni promesas en las que creer y confiar. Y en esto consiste este Trabajo de Final de Grado, en arriesgar, devolviendo las alas de la creatividad, y haciendo volar de nuevo a todos aquellos que han perdido la esperanza, y observan el hoy y el mañana, como un mero espectador, como un simple consumidor. Sin creer. Sin esperar. Sin amar.