Diseño de un videojuego como parte de una producción transmedia

Abstract

The trend of independent video game development is growing thanks to initiatives like PlayStation Talents, which supports small developer studios in order to take a concept and transform it into a competent, attractive and innovative video game. Indie video games have obtained an interesting notoriety in the current eighth generation of video game consoles (2012-2020), even reaching the point of establishing their own market share. Manu Delgado and Jonathan León make an attempt to clarify the characteristics that define the indie genre in the book Revolución Indie: La subversión cultural del videojuego. The authors aim to answer remarkably interesting questions about this booming genre: Is a project labeled ‘indie’ because its budget or development team is very limited? Does it have to meet specific aesthetic characteristics (2D design, pixelart, 8-bit sounds, etc.) in order to differentiate itself from the competition? Or is it because of its motive to experiment with new groundbreaking mechanics or unconventional designs to refresh the industry we know of? ‘Tribu’ is a project that wants to demonstrate that is possible to arrange an indie video game with a narrative potential that lives up to any AAA (Triple-A) video games. Due to this, it has been necessary to envision this project as a transmedia production, whose axis is the video game which is supported and enriched by multiple stories broadcasted on different channels (novel, comic and blog). For this type of productions it is expected to have a larger team, but, in this case, I have adjusted the dimension of the product to make it viable at an academic and conceptual level, also in such a way that its subsequent production is possible by a relatively modest studio.

La tendencia del desarrollo independiente de videojuegos sigue al alza, sobre todo gracias a la labor de iniciativas como PlayStation Talents, que apoyan a pequeños estudios de desarrolladores para que una idea termine convertida en un videojuego competente, atractivo e innovador. Los videojuegos indies (o independientes) han obtenido una visibilidad destacable en esta octava generación de videoconsolas (2012-2020) hasta llegar, incluso, a establecer su propia cuota de mercado. Autores como Manu Delgado y Jonathan León hacen un intento de esclarecer las características que definen al género indie en su libro Revolución Indie: La subversión cultural del videojuego. Ambos pretenden responder a unas cuestiones muy interesantes sobre este género en auge: ¿Es independiente aquel videojuego cuyo presupuesto o equipo de desarrollo es muy limitado? ¿Ha de cumplir con un conjunto de características estéticas concretas (diseño en 2D, pixelart, sonidos 8-bits, etc.) con el objetivo de diferenciarse de la competencia? ¿O se trata de su intencionalidad por experimentar con nuevas mecánicas rompedoras o diseños artísticos poco convencionales para refrescar la industria que conocemos? «Tribu» es un proyecto que pretende demostrar que es posible que un videojuego indie cuente con potencial narrativo a la altura de los juegos AAA (triple A), que son aquellos producidos por grandes empresas. Para ello, ha sido necesario concebir este proyecto como una producción transmedia, cuyo eje germinal es el videojuego que está apoyado y enriquecido por múltiples relatos dispersos en diferentes canales (novela, cómic y blog). Para este tipo de producciones es habitual contar con un equipo más numeroso, por lo que he ajustado la dimensión del producto para hacerlo viable no solo a nivel académico y conceptual, sino también para que su producción posterior sea viable por un estudio relativamente pequeño.