Feminismo y redes sociales: Twitter como herramienta de difusión e interpretación de teorías feministas

Abstract

En la última década, las redes sociales se han convertido indiscutiblemente en una de las plataformas principales de discusión y debate sobre teorías feministas, sus interpretaciones y posibles aplicaciones en el ámbito offline, y sobre la validez de «la mujer» como figura política del feminismo. Si bien esta expansión del uso de las redes sociales para la difusión y discusión de las teorías feministas podría considerarse como un avance comunicativo lógico propio del siglo XXI, es importante considerar y analizar no solo las ventajas, sino también las desventajas: la simplificación y distorsión de las teorías feministas por descontextualización y el entorpecimiento de la aplicación de políticas feministas fundamentadas en las necesidades reales de las mujeres. Parte del problema emana de la incursión en el discurso feminista de personas y grupos con intereses específicos (por ejemplo, el «white feminism» y feminismo liberal, feminismos radical y queer, feminismos abolicionista y regulacionista, etc.) que defienden y señalan sus propias teorizaciones e ideas como las únicas verdaderas e inamovibles. Este enfrentamiento online entre las diferentes interpretaciones de las teorías feministas ignora el cariz transversal intrínseco del feminismo y silencia e invisibiliza las voces minoritarias, que se ven excluidas y reprimidas por el propio movimiento del que forman parte. Queda claro que estas divisiones y diferencias en la interpretación de las teorías feministas reflejan diferentes realidades, diferentes formas de vivir el feminismo en la cotidianeidad individual y diferentes acercamientos a las estrategias de acción social desde una perspectiva de género. La acción y denuncia sociales en redes, la difusión de teorías feministas y los debates online sobre la relevancia e idoneidad de un feminismo u otro como reflejo del conjunto de la sociedad y solución a las desigualdades actuales impregnan el día a día de muchas personas autodenominadas feministas. Pero ¿cómo permean estas interacciones en redes sociales en el estrato político y socioeconómico de la sociedad?

During the last decade, there has been an undeniable increase in the use of social media channels as platforms for discussion and debate of feminist theory, its different interpretations and applications in the offline sphere, and the validity of “women” as the political figure of feminism. Even though we can indeed consider social media as a logical and apt means of communication for the 21st century, as far as spreading and discussing feminist theory is concerned, it is important to consider and analyze also one main disadvantage: the simplification and distortion of feminist theory due to lack of contextualization in social media, which hinders the application of feminist policies that are based on women’s real needs. One of the main problems arises from the intrusion of certain people or groups with specific agendas in the theory discourse (for example, white feminism or bourgeoisie feminism, radical and queer feminisms, sex-positive and anti-sex work feminisms, etc.) that argue that their interpretations and ideas are the only valid and correct ones. This online clash between the different interpretations of feminist theory ignores one of the essential aspects of feminism: intersectionality. Moreover, it silences and invisibilizes all those minority voices that feel excluded from and oppressed by the very same movement they are part of. It becomes thus clear that these divisions and differences in feminist theory interpretation are a reflection of all the realities and expressions of feminism in day-to-day life, and of the different approaches and strategies for feminist social action. The daily lives of countless of self-defined feminists are imbued with online social action, media campaigns on feminist theory, and discussions on social media about the relevance and suitability of one type of feminism above another to act as reflection of society and be the solution to current social inequalities. But how do these online interactions on social media shape and influence the political and socioeconomic spheres of our society?