Desigualdad de género en el empleo

Abstract

Desde que las mujeres se introdujeran de forma activa en las actividades remuneradas, es decir, en el empleo, se ha ido desenmascarando la problemática existente que sufren para poder desarrollar una profesión, ya sea por el rol establecido por defecto de las tareas domésticas, cuidado familiar, así como por las distintas discriminaciones a las que son sometidas simplemente por el hecho de ser mujer en sus puestos de trabajo. Mediante la legislación tanto internacional, comunitaria como nacional, se intenta combatir con uno de los temas que más relevancia tiene en la actualidad, la desigualdad entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo. Aunque es un proceso lento, o tal vez, no tan rápido como nos gustaría, son las llamadas políticas transversales junto con las acciones positivas las que están ayudando en este recorrido. Aunque corresponde a los poderes públicos trabajar en la eliminación de discriminaciones, así como propiciar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, debe haber una predisposición por parte de la integridad de la sociedad para poder avanzar hacia un futuro justo, en el que la palabra género simplemente sea para diferenciarnos como seres humanos y no como un sinónimo de desigualdad. Se toma como punto de partida el contexto histórico social de la España de 1931, cuando se constituyó la II República española hasta la actualidad. Son muchos los cambios producidos que ha vivido nuestro país y el mundo en general para intentar paliar la desigualdad en el empleo entre hombres y mujeres. Remontarnos a 1931 nos da una visión del papel asignado a la mujer en aquella época y como se han ido rompiendo barreras establecidas por un sistema patriarcal, en el cuál, la mujer estaba supeditada al hombre, anulando cualquier tipo de voluntad política, social y económica. Todo esto era posible porque la legislación de entonces recogía una serie de normas discriminatorias siempre en prejuicio de la mujer. La democracia marco un antes y un después en las mujeres y la adhesión de España a la Unión Europea impulsó la liberación de la mujer. La problemática existente en el terreno de la desigualdad entre hombres y mujeres, no se trata únicamente de un problema español, sino que ha quedado demostrado que es un problema a nivel mundial. Romper con las trabas instituidas, desde roles de género, la división sexual y conseguir mayor presencia femenina en el mercado de trabajo y en particular en puestos de dirección, son los retos del futuro y en lo que todos los legisladores trabajan, ya que, la plena igualdad entre hombres y mujeres actualmente no existe en ninguna parte del mundo.