Crisis de subsistencia y protesta popular: Los motines de 1847

Abstract

Este artículo sostiene que en 1847 se produjo un amplio movimiento de protesta popular -ignorado por la historiografía-, como consecuencia de una crisis de subsistencias que se manifestó en una intensa alza de precios en la primera mitad del año, La amenaza de una convulsión social generalizada obligó al gobierno a intervenir prohibiendo la exportación de granos al extranjero y permitiendo en cambio su introducción, La medida, que resultó controvertida y fue criticada por productores y comerciantes a través de sus representantes en el Congreso, llegó tarde y no pudo evitar que estallaran disturbios en gran parte del país, que en muchos casos adoptaron la forma de motín, Las protestas -que carecían de objetivos políticos y se dirigieron principalmente contra los comerciantes de granos y autoridades locales, pero no contra los propietarios- contribuyeron a hacer más precaria la situación de los gobiernos moderados, afectados por una acusada inestabilidad y por el resurgir del carlismo, lo que podía poner en peligro la viabilidad del sistema liberal. Ante la agitación popular el gobierno recurrió a ayuntamientos y particulares pudientes para que arbitraran medidas de ayuda a la población, pero detrás siempre estuvo el uso de la fuerza armada y la declaración del estado de excepción.

This article propounds the view that a widespread popular protest occurred in 1847, a fact that historiography has ignored, as a consequence of a crisis in means of subsistence that resulted in prices soaring in the first half of that year. Such a threat of widespread social upheaval forced the government to intervene by forbidding the export of corn abroad and allowing it to be imported instead. This measure, which sparked off controversy and was criticised by producers and merchants alike through their representatives in Congress, came too late to prevent disturbances in most of the country, which in many cases took the form of uprisings. The protests, that were lacking in political objectives and directed chiefly against corn merchants and local authorities but not against landowners, exacerbated the already precarious situation of the moderate governments, affected by marked instability and the resurgence of Carlism, which could endanger the viability of the liberal system. Faced with popular unrest, the government appealed to local councils and influential individuals to set in motion measures to aid the population. Needless to say, the spectre of the use of armed force and the declaration of a state of emergency was ever present.