Crisis económica y medidas de austeridad : estudio de su impacto sobre los Derechos Humanos en Europa y en especial sobre España

Abstract

La profunda crisis económica que atravesamos actualmente pone en evidencia la profunda contradicción que atraviesa el discurso jurídico y político de los derechos sociales en países de la periferia europea como España, Grecia, Portugal o Irlanda. Al tiempo que estos derechos se siguen invocando como fuente de legitimación del Estado, son los primeros sacrificados para satisfacer las exigencias de los principales poderes financieros. El año 2009 será recordado por el estallido en el Estado español de la ya famosa crisis económica. Las cifras hablan por sí solas: el paro llegó a superar los cuatro millones de personas por primera vez en la historia; las ejecuciones hipotecarias se dispararon y el dinero público desaparecía a medida que comenzaban a aparecer casos de corrupción que inundaban poco a poco nuestras administraciones públicas. Desde un primer momento las corrientes políticas neoliberales impulsadas desde el FMI y el BCE, introdujeron en los Estados la creencia que la única forma de esquivar la crisis se encontraba en aplicar multitud de recortes. Estos, enfocados en su mayoría en disminuir servicios sociales que afectan directamente a las clases de la sociedad más vulnerables, han llevado a una degradación de los derechos de los ciudadanos, que no pueden cobijarse en estos, en pos de una recuperación económica que no parece llegar. A lo largo de este trabajo se analizará como han evolucionado los derechos humanos, sobretodo los contenidos en los Pactos Económico, Sociales y Culturales, ya que son estos los derechos que son a priori más débiles y con una justiciabilidad más dispersa. Mientras que en el primer grupo de derechos, los contenidos en el Pacto Internacional Derechos Civiles y Políticos, suponen una obligación por parte del Estado de ser cumplidos, los segundos tan solo toman la necesidad de que el Estado los promueva, dejando ya entrever desde el primer minuto que si no se cumplen y el Estado demuestra tan solo intentar su cumplimiento será suficiente. En muchos casos el Estado no ha hecho ni tan siquiera lo suficiente, como luego veremos en caso de la sanidad, educación, derecho a la vivienda y otros muchos derechos que han quedado en un segundo, tercer o desaparecido plano. Hemos visto como los gobiernos han sido títeres en manos del poder financiero que ha hecho y deshecho a su antojo políticas en ambos gobiernos, porque no nos equivoquemos, esto es algo que no ha ocurrido solo en España, sino en otros muchos otros países de la Unión Europea. Esta gran falta de respeto al ciudadano a hecho nacer movimientos sociales en los diferentes países pidiendo la dignidad del ser humano, solicitando simplemente colocar a las personas en primer lugar. Nacen así partidos políticos como Syriza o Podemos. Estos partidos, se esté más o menos a favor de ellos, nacen como un movimiento revolucionario del pueblo. Un pueblo que se ha alzado en contra de las políticas de “ajuste” que se nos están imponiendo. Hemos visto además como el movimiento social no se está quedando en una mera anécdota. En Grecia el partido antes mencionado lleva meses peleando con las instituciones financieras de la Unión Europea por ofrecer mejor servicios y prestaciones a sus ciudadanos, que es en punto final lo que debería hacer un gobierno respetuoso y preocupado por su pueblo. En España el auge de Podemos y Ciudadanos se ha hecho visible y se denota como que un cambio es posible, para dejar de lado el bipartidismo y buscar el bien del pueblo en su conjunto.