Papel terapéutico del ejercicio físico en los síntomas motores de la enfermedad de Párkinson

Abstract

La enfermedad de Párkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo más frecuente en el mundo que se caracteriza principalmente por una serie de síntomas motores. Actualmente no existe cura y se están investigando diversos tratamientos que puedan palearla. La práctica de ejercicio físico muestra buenos resultados para la salud y previene el riesgo a padecer futuras enfermedades. Estudios recientes demuestran resultados parecidos para la enfermedad de párkinson. En el presente trabajo se ha realizado una revisión sobre los efectos del ejercicio físico en los síntomas motores característicos de la enfermedad. Aunque los datos disponibles no son aún concluyentes, las investigaciones muestran cambios en la vía nigroestriatal producidos por mecanismos neuroplásticos que mejoran los síntomas motores. Por una parte, los efectos neuroprotectores se deben a la liberación de neurotrofínas que promueven la supervivencia de las neuronas dopaminérgicas en la sustancia negra pars compacta. Por otra, los mecanismos de compensación producen cambios neuronales a nivel estructural y a nivel de neurotransmisión que compensan el déficit dopaminérgico. Los síntomas motores mejorados tras la práctica de ejercicio físico, tanto en humanos como en modelos animales son: el modo de andar, la bradicinesia, el equilibrio y la inestabilidad postural. También se produce una mejora del temblor en reposo, pero solo se ha podido demostrar en humanos. Las investigaciones demuestran que la mejora motora se produce tras una única sesión de entrenamiento y se mantiene varias semanas después de haber dejado de practicar ejercicio. En conclusión, es recomendable realizar ejercicio físico junto a un tratamiento farmacológico ajustado a las necesidades del paciente para conseguir los mejores resultados posibles

Parkinson’s disease is the second most common neurodegenerative disorder in the world which is mainly characterized by a series of motor symptoms. Currently, there is no cure and several treatments are being investigated to face it. The practice of physical exercise shows good outcomes to health and prevents the risk to developing diseases in the future. Recent studies show similar results for Parkinson's disease. In this paper we have reviewed the effects of physical exercise on the typical motor symptoms of the disease. Although the available data are not conclusive, the researches show changes in the nigroestriatal pathway caused by neuroplastic mechanisms that improve motor symptoms. On one hand, the neuroprotective effects are due to the release of neurotrophins to promote survival of dopaminergic neurons in the substantia nigra pars compacta. Moreover, the compensation mechanisms produce a series of neural changes at the structural level and at neurotransmission level which offset the dopaminergic deficit. The motor symptoms that are improved by physical exercise practice are: gait, bradykinesia, balance and postural abnormalities. An improvement of tremor at rest also occurs, but only has been demonstrated in humans. The researches show that the motor improvement occurs after a single training session and this improvement is maintained even when subjects stop exercising after various weeks. In conclusion, it is advisable to do exercise with drug treatment adjusted to the needs of the patient to get the best possible results.