? , ESPlÑl y VERISPINO ó ? o EL tlBI tERO DE DESPERU. r@I1!A ALEGO RICO·R EL IG lOSO ESCRITO EN VERSO POR D. JOSE ANTONIO PETIT AUCHER DE ESPADAN. CASTELLON.-t870. Imprenta J libreri. de la viuda de Vieente Perales, plaza de la Constitueion número 15. Esta obra' -ha sido revisada y aprobada por la Autor'idad Ecle siástica, cuyo decreto obra en nuestro poder.. E6te Poema es propiedad~elAutor, quien demandará ante la ley al que lo reimprima~insu permiso. . Villareal, Enero 16 de 1870. J08é Antonio Petit Aucher de Espadán. DEDIC1TORII. ~- Apartado del estruendo que hoy causa ese Patriciado que tanto te adula, te trastorna y te porvi"erte, oh Pueblo Ibero, un hombre de humil de condicion desde un rincon del mund te' dedica este pequeuo trabajo, f to de sus meditaciones, como una manifestacion de la estimacion y aprecio que le mereces. Profu amente conyencido que aun existe el genuino Pueblo eSjJaíiol con su FÉ radiante y aquel VALOR victorioso que le enalteciera en sus mejores dias, no dudo ni vacilo un instante en dirigirme á este pueblo usando el lenguaje que me inspira esto que yo llamo KUESTRO ESPAÑOLIS MO. Es verdad que este generoso sentimiento que en otros tiempos enalte ciera tu imponente magestad, hoy se vo como adormecido, pero no muer to; como apagado, pero no estinguido: yen prueba de esto es, que apenas sientas los primeros preludios de nuestra lil'a, pulsando con delicadeza las fibras misteriosas y sensibles del corazon, interpretando tus sentimientos, recordando tus glorias y reproduciendo tus verdaderas doctrinas, desper tará con sorpresa tu espíritu adormecido y sentirás la alegría en el sem blante y la esperanza en el corazon: y acaso reconozcas que es la voz de la.PATRIA agobiada de penas que te llam con su acento triste y misterio so, aceptando como tuyas nuestras concepciones, nuestras máximas, nues trole~uajey sobre todo el espíl'itu que nos anima", esclamando enar decid ?.? ?Es verdad ¡Es la voz de la Pátria que nos llama tomando como órgano suyo á un hijo del pueblo... No mas patricios, porque todos noska1~en UfJ/Jiado. Ellos intentan arrebatarnos la Fé, han debilitado nu tro 'rialor y nos han dejado sin trabajo; porque entre tantas promesas ytantas~ita­ ciones públicas, se nos va el pan de las manos y todos perecemos de ham bre, mientras que ellos, traficantes inmorales de nuestra fuerza, viven en opulencia goq,ndo de nuestros . os! Ya no creemos en los honibres; so nte podemos creer... en los hechos. Oigamos á nuestro hermano.» ~e,pueblos de la peria, y oireis el lenguaje austero de 1 V6rdad, orqn ni me fascina el oro ni me intimida el aCe1"O. Hoy le han ceg'udo al pueblo español las fuentes donde bebia su engrandecimien tos, esos agitadores públicos que conculcan las leyes y escalan el poder, apoyando su planta inmunda sobre su abatida frente: han eclipsado su Fé, cuya luz les guiaba hasta aquellas glorias monumentales del arte, de la ciencia y del espiritualismo sublime en cuyo recinto sagrado los hijos del puebloencontr~banasilo, pan, ve.'5tido, sabiduría y virtud: con lo gravo so de los dispendios para el pueblo jJ001'e, en ,todos los ramos del saber hu mano, le han cenado las Universidades y Colegios, de donde, en los me jores dias de su verdadera libertad, sus hijos salian artistas de génio, sá bias ilustres y jóvenes g'uerreros que eran~lagloria de la pátria. Sí, los !üjos de ese pueblo heróico y sufrido', que si-buscan á Diós:"en el silencio misterioso de los claustros se elevan hasta la santidad, si la gloria en los campos del honor, hasta el heroismo; y si las ciencias en los templos del saber humano, se elevan hasta ]0 sublime de las concepciones del génio. _ Además lo oneroso de las exacciones, el tl'áfico escandaloso de mu chos fimcionarios públicos, y eldesbarajust~,el abuso inmoral en todos los ramos de la administracion, cortando el vuelo á las artes, derrotando el comercio y abatiendo la agricultura, no solo ciegan las fuentes de la l'iqueza pública, sino que á la vez deponen á gritos contra la injusticiá de 10f,; que esclavizan á la pátria. y entre tantas amarguras, de tan lastimoso desaliento; de tanta ham bre y miseria, de tantas rüvolucioneS y trastornos y de tantos desacatos hechos á tu imponente mage.'5tad, ¿qué te resta, pueblo español? El recur so á la fuerza bruta? No, no mas l;ebeliones,porque-en el abu¡so de tu mal entendido poder está toda tu de.'5gracia, ¡Huye... de esos vampiros desal mados que te consumen! CREE, ORA Y TRABAJA. Ya hemos visto que ese pervertido Patriciado, que comenzó por la -re belion y concluye por la anarquía, ha puesto en juego todos losresort~ de su sabiduría gubernamental siempre con la promesa de hacer mttel¡p Ue1t al PUlIDLO para conservarse _en el poder, poniendo en movimiento á todos sus Tribunos, á todos lo'> hombres de su escuela con sus variados colores; es decir, de todos los partidos y fracciones, sin realizar Jamás ninguna de sus promesas. Y hoy el pueblo español viendo vilipendiada su alta dignidad, escal'necida su Fé, perseguida la verdad, profanado el san tual'io, conculcada la ley, hollada la Justicia, escalado el poder y á la pátria esclavizada bajo el yugo ominoso de la espada dictatorial, conclu ye por el ateismo político, declarando que no C1'ee en el protectorado "de esos dejenerados conscriptos, reconociendo como falaz la doctrina de sus Tribunos, torcidas las varas de sus Uctores é impotente su poder sena- toria!. Ved aCluí la verdad, pueblos de la Iberia.; porque ya he!Jlo¡; visto que ninguilo ha realizado sus grandes pr01nesas, absolutamente ninguno. -No TE~EMOSHOMRBE. O si no decidme, ¿dónde están las tan renombradas reformas en todos los ramos de la administracion para organizar el pais de un modo dignO' y conveniente? ¿Dónde las celebres economías tantas veces prometidas y siempre justamente reclamadas? ¡Ah! si la España, si la pátria de los Guz manes y CisneI'os hoy tiene hambre y sed de JUSTICIA, en vindicacion del nombre español, ¡,dónde está el varon fuerte que con valor ponga la mano en su eorazon y ofrezca un sacrificio digno sobre el altar de esa virtud escarnecida? Dígalo el Sefior Puig y Uagostera (1) ¡No tenemos lwm!J1"eJ ... Temible es por cierto la fastuosa locuacidad, porque donde abundan mucho las palabras, allí sobre abundan tambien las iniquidades. De la abundancia del eol'azon habla la lengua. 1 hombre es hechos mas que promesas. Para que el hombre pueda prometer con verdad para cumplir, es indispensable que esté rico de bon dad; si está lleno de egoismo, aunque sea opulento, es semejante á un ár bol frondoso que no tiene fruto, es un pobre que nada posee y por consi guiente nada puede dar; y si promete' á los demás, es para alcanzar por su medio lo que ambiciona para si, porque no es la opulencia la que hace. grandesco~as,es la ,irtu . y esto se podrá conocer por los hechos prece dentes que juzgan al hombre. ara creer en un reformaclor, se le ha de observar en su vida pública y privada; en la calle, en el templo y en su casa: esto es posible á un hom bre prude sin preguntar á nadie. Si lo veis lleno de lujo y de placeres, ó si reepira en este sentido en lapalabra y en el hecho, y no obstante lo creis y lo poneis en posicion elevada para que os dirija, por allí uesvir tuará la mision que le confieis y causará vuestra ruina: porque aquí la palabra es un deseo y elhecltO la fruicion: es la satisfaccion de la pasion dominante, sea la que quiera, antes comprimida por falta de medios: de modo, que observareis dominando en la palabra el amor al di1terO y á la llOnra, bajo el soplo de dos deidades mal encubiertas que dominan el cora zon: la soberbia y la avaricia, porque con esto todas las demás pasiones se satisfacen. Si observais á vuestro hombre en su casa, yereis un lujo escesivo en todo cuanto le pertenece y le rodea: en el edificio que habita, en trajes, mueblaje, bajillas, alfombras, tapices, co . aj '" notareis tambien que su comida es un festín y sus bebidas p deliciosos. . Entre todo os llamará la atencion la ora on los niños, niñeras, da- mas y doncellas, resplandeciendo con un lujo deslumbrante en blondas, encajes, sortijas brillantes y tejidos de sedería; y notareis tambien ea este numeroso séquito de damas, pajes, criados y 'doncellas, una delicadeza afectada y un amor mentir060 que nada satisface. En las calles ycreis cada dia nue.vos trenes, cada cual mas magnífico deslumbrador, resplandeciendo en coches., caballos, cocheros, libreas, Jes, ornamentos y jaeces. Yen vista de,todo. esto preguntaos y decid: e aludlmoa ea el Dim. 11'28 de La. Provincial. eompa&rielo por )0 que ha dicho y hecho eado eon 'filoroea energía los~erecbosde la JÚSÉ ANTONIO P. AUCHER DE ESPADAN, ¿Es este el que debe reformar la nacion, hacer economías y castigar los vicios? ¡Ah! El lujo escesivo en satisfacer las criminales pasiones que por desgracia dominan en este, siglo, ha devorado las grandes haciendas de los monasterios, las propiedades de los municipios y hasta el consuelo que encotltraban los pobres en muchos asilos que exigiera la piedad del pueblo español. Concluyo diciendo, amado pueblo, que para que tengas lib~rtad,paz y bienestar y ocupes en el mundo el lugar que te correspon de, has de tener lwmbre: hombre de virtud que ame el bien con inflexible voluntad; que comience por reformarse así mismo, sin que jamás tribute culto á los siete ídolos de este siglo, que con voz mág'ica y tentadora pre dican la injusticia, el crímen, el lujo y los placeres; homb1'e que sea su frido para que sea fuerte, que domine' su corazon para que t do lo pueda; y que iluminado.por la Fe, aleccionado por la verdad y fortalecido por la' ,justicia, nada le imponga ni arredre para que te de laJJaz. HOMBRE..? que sea luz en el templo, modelo en la plaza y rey en la familia, cuya pala ,bra sea una slJ,eta y su mandato una ley; que tenga garras de' lean,~jos de águila, alas de paloma y corazon de 1nad1'e: y que al recibir su mision, se diga así mismo con resolucion invéncible:. «Serviré á mi Dios y á este mi pu.eblo, con celo é integridad hasta el sacrificio de mi vida, como los He1'OeS de '11ti pát1'ia.» Recibe, nacion ilustre, este pequeño testimonio de alta consideracion y aprecio que te tributa el último de tus hijos. . Fechado en nuestra Aldea de Espadan y revisado en esta nuestra villa á 30 de Abril de 1870. ' ~ ::- , . PRIBER! PIRTE. L HUNDO. '>~>.oEEE· Biena'Dentwrado el hombre, que no anduvo en consejo de implos, y~nca fmintJ de pecadores no se paró, yen cdtedra de pestilencia no se sentó. Sinó que en la ley del Señor estd su 'Voluntad, y en ella medita noche y dia. DAVID.-SALM. l:V; 1: y 2.' 1810N DE LA PALADRt'. Entendemos por Palabra en su acepcion mas rig'urosa, la manifcstacion del pensamiento por medio de sonidos articulados, producida por una in teligencia pará comunicarse con los dem , El influjo misterioso de la Pa labra en su accion sobre nuestro espíritu, revela en cierto modo, que no 010 un onido articulado, sino un poder inteligente que tiende á poner bajo u 6I'a de accion todo cuanto puede: por eso vemos que instruye al alma y la leva, la enternece y la suspende unas veces; yen otras, la en tusiasma y la interesa, la aterra ó la sobrecoge, hasta que se la asimila si el alma no la I'epele. Por esto decimos que la Palabra debe ser nece sariamente fJe1'dadera ófalsa, buena ó mala segun el espíritu que la pro duce, demo trándose su naturaleza por los efectos que causa. La Palabra es oral ó e rita, tradicional ó histórica al manifestarse en cualquiera de tos do sentidos, Al meditar obre la Paiabra buena'emos~que todo lo grande y mara villo o todo lo bello y santo que hay en el cielo y en la tierra es debido á u mi ·on, todo cuanto existe de malo, de perverso y trastornador en el undo en 1infierno, lo ha causado la Palabra mala. Cuando la Pa- luJwa der1ta manife tó en el tiempo en virtud de su poder creador, por to u oluntad. ornnipoten ,el cielo y la tierra aparecieron d li idad II vando el órde mirable de su saber, sellado on 1 opIo de u amor divino: y el ángel y el hombre, al recibir el sér con tod 1 ualidad i rente á su raleza respectiva, quedaron unid °vinidad n virtud de a divina luz emanada del trono del ? imo . aéndol gratitud y adoracion. 01' un 11 to admirable del órdep. e tablecido en los consejoseternos~ ca ibl á 1 inteligencias mas sublimes, los ángeles quedaron su- pro ha d i i a para confirmar en justici alos que humilde u acedor· mas uno de ellos especialmente, haciendo graci ibidabu...~de la preciosa prerogativa de su bonlvir°ti'endo u 01' n orgullo, alzó su altanera cabeza, é hizo 'tl¡O.1:~??~tJ.Di . o erbo produciendo una rebelion en el cielo. Entonces VIII el error frente á frente con la verdad, tuvo una lucha formidable, cúyas consecuencias llol'an eternamente tos ángeles malditos que se unieron con el Príncipe prevaricador, para descender con él al abismo envueltos entre las tinieb-las de su palabra falaz. La palabra mentira despues descendió á la tierra y la llenó de tinieblas, de vicios y de maldades, esponienao alliombre á ser presa de una desgra cia eterna: y desde entonces, fluctuando entre la verdad y el error, entre el vicio y la virtud, el hombre camina por el ];Jorde de un abismo deplo rando contínuamente su desgracia, por no sentirse bastante fuerte para profesar de lleno la verdad, pareciéndole á veces que se confunde con el mismo error. Pero Dios, sensible á los males de la humanidad, al verla envuelta entre ti:wtas tinieblas, queriendo que su palabra santa la guiara, á través de tan molesto laberinto, como una luz clarísima, le imprimió un sello especial, esclusivamente suyo, pára que todo aquel que la buscara con sencillez, pudiera ser guiado y salvado por ella. Así eS,que al observar la Palabra buena ep su mision cerca de la hu manidad, la vemos siempre clarísima y precisa, elevada JI mag'estuosa, alzándose á través de los siglos en los puntos masculmin~ntes,irradiando sus destellos para que la humanidad no pudiera ser estraviada: y el Sinaí, el Gólgota yla Ciudad de las siete colinas, son monumentos santificados eDn hechos que la palabra divina consumara, haciendo resonar su trompa magestuosa desde puntos tan elevados, para iml)resionar profundamente al espíritu humano, hablando siempre un leng'uaje santo, en armonía con los verdaderos intereses de lahumanidad~en órden á su felicidad temporal y eterna. Amiga del hombre la Palabra verdad, al descender desde el cielo para 1'eveldrsele en su mansion sobre la tierra, le habla al corazon y se lo im pregna de su dulzura; se lo atrae y se identifica con él; haciendo un pacto religioso como un lazo de union íntima para que le refrene y le advierta la sumision que debe á Dios, y los deberes que le impone para consigo mismo y con el prógimo. . . Viva despues en la traaicion desde Adan hasta Moisés, al fundar la . religion natural le habla al hombre con una sencillez admirable de la divi nidad, de la creacion y delorígen del mal, introducido en el mundo por el arrullo falaz de una inteligencia perversa, en el acto de seducir á una in cauta muger. Esta Religion natural es la que produjo aquellos esclare cidos patriarcas, ilustres por su fe como Abraham, é Isaác, pacientes y su fridos como Jacob y Job, y justos y bienhechores de los pueblos como José.. . Esta es aquella religion por la que han suspirado mas de una vez al gunos de esos génios envu.eltos entre las tinieblas del error, cuyo bello ideal era el lJeismo de esta religion natural, al ver á sus patriarcas tan pacíficos y tan ricos, pero sin contar con las prá.cticas de susvü~tudes. D¿spues que los pueblos fueron perdiendo su sencillez primitiva, y la tl'arlicion fué alterada en muchas de las tribus que se derramaron sobre la 001 io reopagita. San AWlooio rué un llenador romano muy sábio. En hilO una brllJanteap~ogtadel cristianismo que le valió la corona del 2 IX haz de la tierra; despUéS qU0 S0 multiplicó la prole de Abraham y sufl'ió un púl10S0 cautiyúrio en Egipto, la PalabraYJrdacl se dejó oir en la cum 1m.) dd HorJu y el Sinai, fundando la nacionalidad judía basada sobre la rJlig'ion escrita, La historia de su 1'0, sussolemnidacL~s,sus guel'l'as, sus épocas célebros, sus funerales. todas sus costum1)['os y sus leyes están mJimudas de este espíritu rcligioso; y tal! pronto como el pueblo privile-: giado de Israel hizo este pacto solemne con su Dios, fU0 depositario de ¡tec11O y <10 deJ'ec1w de la palabra yerdad. Desde entonCJS sus juecJs y sus gueneros, sus profetas y sus reyes, le lleYaI'Oll en triunfo por la Palestina hasta encumbrarla en el santuario (le Siun. Esta uc la única rJligion YJrLlau\.wa que habia entonces en el mundo; y nutrida siempre'con la verdad, llenó de gloria al pequeiio pueblo de Dios, inmortalizando los nombres de Josué y Samuel, de David y de Sa loman, de mias y Eliseo. 1>01' último, la verdad bajo el velA del misterio, si biend~jandover á la diyinillad, aparece sobre la tierra bajo la forma de un hombre benéfico y amoroso, para atraerse á los hombros con la dulzura de su doctrina y ,'. yarlo, con su amor. Entone enmudecen 10R Oráculos de Dclfos y Dodona,~allala ciencia del AréopacO'O y de la Academia, y los sábios mas ilustres de Grecia y de Roma contemplan abRortos los inmaculados destellos de la verdad que brilla en la cúspide de un monte de la Palestiua. Desde entonces las má ximas mejores do Aristóteles y Socrates, de Platon y Epi<,:.teto ceden el campo á la Palabra séncilla del C1'ísto- r-erdad, fiue pone una antOl'cha á I la razon con su íá, un' nueva ciencia alentendimie~tocon su doctrina, y un nueyo espíritu al e:-:piritu humano, que lo transforma y lo engrandece con u influjo misterioso de un modo tal, cual nunca lo hicieron los maes filó ofos de la antigüedad al buscar la sabiduría apoyados en la ra zon p Observando un cámbio tan maravillo o, comprendemos que el mundo bu aba la erdad; y al verla brillar con toda su pureza, no pudo resis tirse al uj podero de su lqz, haciendo abandonar las filas del error á lo oni o , á lo Pantonos, los pelonios y COllstantinos, que enar bolan en t¡'iunfu sobre el monte Quirino el Lábaro de la verdad, sellado con la crnz 1Gólgota. (1) La v rdad un piritu inmortal: mas como habia de desempeiiar una grand .. n cerca de lo hombres, qniso tomar la forma de un hombre ara fiar como lo hombre, entil' como los hombres, padecer como omb y poner el ello á u mi ion santa con la sangre preciosa é iDJIll1rI~adade un h bre que era Dios. x Porque com.o la verdad es Dios, al fundar una religioll para los hom bres, lo hace del modo mas razonable, acomodándose siempre á la débil naturaleza del hombre, infundiéndole su espíritu divino en medio de esta forma humana digámoslo así, dando al espíritu humano ese vuelo subli me, soberanamente divino, propio de la religioll católica, para que se de mostrara que esta grande obra habia sido hecha por un hombre que era Dios. ' Esta es la única religion verdadera, fecunda en el mundo en todo lo mas grande y consolador para la humanidad; esta es la religion que ha yolado siempre en socono de la sociedad para salvarla en los Tllomentos mas críticos; esta es la única religion que ha formado sábios santos, san tos guerreros, jurisconsultos justos y literatos ilustres. Esta es la religion de Dios, en cuyo seno se encuentran hombres de todos géneros, animados todos de su espíritu divino, . si bien distinguidos por virtudes especiales. ¿Queréis que citemos nombres y hechos, tipos especiales y empresas gran diosas? Registrad sus anales, que ellos son la historia del espíritu humano en su vuelo mas grande y elevado. Sus primeras columnlls representan la firmeza de su verdad, el celo de su ciencia, la dulzura de su justicia, lo tierno y elevado de su amor, y to dos su pureza y santidad. Los acentos de sus primeros ascetas y funda dores, hacen cantar á los desiertos, llorar á las ciudades, conmover á los pecadores poderosos y aterrar á los herejes: Los nombres de Sal) Antonio y San Pablo, de San Bruno y de San Bernard9, de San Francisco y de San to Domingo de Guzman, son una apología completa de esta religion; y los nombres de los papas la h.istoria inatacable de su divinidad. Esta obra maravillosadi1;ino-lt~{1?Ut1U{es la que se llama Ig'lesia cris tiana J y por su lmiversalidad católica, única depositaria de la. verdad, en cuya mision divina viene contrarestando todos los engendros que aborta el abismo desde sus antros tenebrosos, disipando errores, mejorando cos- tumbres y salvando á la sociedad. , Por esto vemos, que al fundar Jesucristo su Iglesia santa, distingue á uno de sus discípulos, para que afser representante de su palabra infalible sobre la tierra, permanezca mas fuerte é incontrastable que una roca de diamante, sobre la que vengr.ll á estrellarse todos los arrestos del Príhcipe de las tinieblas. Diez y ocho siglos de esperiencia vienen demostrando, que los santos , papas, sucesores del Príncipe de los apóstoles, han desempeñadodigna~ mente su mision, descollando entre ellos varones esclarecidos porSl~fé sellada con el martirio, eminentes por su ciencia demostrada con hec.hos y escritos, é ilustres por su celo, inmortalizando sus nombres, pisoteando á la herejía y haciendo frente á los poderes de fé, de dogma, de moral, con los nuevos sistemas filosó ficos de Ef;pinosa, Kant y Couf:in, etc., no f:on otra cosa mas que nuevas modificaciones de aquel pensamiento dominante que alzó su altanera ca beza ell el Ed<'ll. gritando á los moradores de aquella tierra afortunada. «8ereis como lJioses, jJosee?'eis la denda del bien y del mal, )) causando to do los erroref;, guerraf:, conmocionef:, crímenes y maldades que se regis tran en los anales del mundo, escritos con sangre, por mal de la desven turada prole del primm' prevaricador. ~osotI'o, empero, viendo álm~hombres del presente siglo en la situa cion ma. peno, a poI' el incalifica,ble abuso que se hace de la 1nision de lct Palaffrrt, llegando hasta el estremo de pretender resolverlo todo con el 01'0 y el acero, defendemos la jJalaom-verdad hasta donde alcanzan nuestras débiles fuerzas, marcando en el presente escrito otra direccion al pensa miento para que los hombres de bien reflexionen, mediten y vean, que los qne so velldon por maestros y protectores del j)ueblo, los estravian con sus falsas teorías, por ser cierto que dan demasiada importancia á esa ciencia mentirosa que los conduce á la fruicion criminal de los bienes materiales, esc1nyendo completamente la idea de un Dios castigador del vicio y pre miador de la virtud. í abu ando de la. misi@ de la Palaom,co~el pretesto ele def(mder cau a ju tas y preconizar dercchos que solo existen en la exaltada imagi nacion de e o doctores político-panteistas, cuya razon jactanciosa anhe lan r naltecida en el templo de su gentil filosofía, observamos que to da u a ncion es seducir á la incauta juventud para pervertir su impre- ionable corazon, prl.lci. ándola á prosternarse ante las aras de sus ídolos icio o m ndigando para ellos un gl'ano de incienso con sus perniciosas t ? : em ro la virtud, ín vacilar jamás, con su grave austeridad, con '0 e ivo y u pen amiento profundo, se retira como ofendida n ilencio tanto dev~río,detestando al diosismo ,filosófico lo p untuoso, que o a oponer u razon á la razon de Dios, y su ~á u aber eterno, de preciando como nada su gracia sal diendo i el' pudi ra anonadar su justicia y santidad. 'IIliIDlaa lo iglo y vengan nuevas generaciones para que sean DJIIaldi1re<é,;: e!' decir, sustancia única, necesm'i{t qlL cxi!'\te en > Dios, luego Dios es tl'es.» irtud de lo e pu to el autol' saca necesal'üt1nente por consecuell neia única' necesaria, la idea infinita, es decir, lo abso- 8U,priIru~raid e Dio infinito, por la segunda idea, finito y por _1km~lL,de lQ inji1tito ti lojinito: ¿Qué podl'á SOl' este Dios de ion. ¡Un Dios ni mas ni menos como el Dios tres veces d oi é ,j h! Qué desvarío. A CRtO es lo que nosotros llamamos , 'J1W edéctico. Ioisés no nombl'a cn el Génesis~iuna sola vez la pa ario, hablando de la creacion, Dice que Dios es el Sél' por esen i , eRgo SUIIt 'lui sum.' ntinuando el ecléctico Cousin en su método escolástico definiendo, d p mi. as y e tableciendo axiomas, concluye con su estilo silo di indo de un modo incontrovertible, que siendo la crerrcion y la IUD18IIddlld n U conjunto fenómenos de Dios, y teniendo su mjsmo ca .AII.uaLabl que la crcacion e, (Robre ser creacion) noo ria, in absollllta: i qu 'do la humanidad en su conjunto lo que aca- . di 'du n ariamente tiene el nlismo carácter .iir..-~'''L{JM.iIlIde lJio manifl, tada en un fenómeno finito: mas de u 1 di 'ngu n qu ,on la 1'a:on, la espontaneidad ali.,liftL:d$lC1Jlilla 1 fim br toda, teniendo tal soberanía, que riml~idea de u1lia«(d é infinito, por ser la h ti nom nal manifc', tado en el hombre. ,1l(I1S01boB.lJlaul8JJIOS razon humana, cs. Reg'un este p an t l'minantemente estas 1hombre por 11 razon,Logo~ h hombr ,ó de la mzon en- rbo red ntOl' y encarnado, n una forma humana, Sér in ....Il1~enofinito. pa agero y local, es tam-. . XXIV «bien el mediador necesario entre el hombre y Dios. Ning'uno l)uede ir á «Dios sino por Cristo, es decir, que. caela hombre se liga ó une á Dios por «la razon, que es el Lagos ó el Verbo..... » Porque el verbo es el 7wmbre mísmo, JJ el1Jel'bo y el hombre son IJíos. (1) Ved aquí al hombre, sér débil y miserable, sujeto al eITor, presa del pecado y juguete ele las pasiones mas viles, convertido en un Dios cuyas acciones, con el hecho de cQnsiderarle así, quedan justificadas; puesto que siendo una porcion de ht sustancia diviria, 'una modificacion del Sér omnipoteIlte, todo cuanto haga, debe' ser necesCll'ímnente meritorio, muy santo y muy btieno, por mas que ese hombre sea un criminal, un bandido, oprobio y pesadilla de la sociedad. Hé aquí' la consecuencia lógica de esta sabiduríá desgraciada que se complace en confundirlo y embrollarlo toElo; pues á la vez que niega el culto de venoracioti debido á los santos, pisotea sus virtudes y quema sus imágenes, con dos definiciones y cuatro silogismos,'envia á todo el mun do al cielo.... para que no se llene -de paja, y el sér absoluto no se vea ais lado en los espacios de una eternidad triste y silenciosa. Porque no se crea que Dios, segun este sistema' es un Dios abstracto, uil Rey solitario, rele gado desde mas allá de la creacion sobre el trono desiedo de una eterni dad silenciosa y de una existencia absoluta, que se parece á la nada mis ma, sino que~sun Dios á la vez vel'dadero y real.... Lo dudamos mucho: y volviendo á-du tema aiiadé diciendo, que su Dios es juntamente sustan cia y causa, siempre sustancia y $iemprecausa..... es decir, que siendo causa absoluta- es uno y muchos, eternidad y tiempo, espacio y número, esencia y vida... 10 más culminante del Sér y su más humilde grado (Dios planta-insecto-etc.) infinito y finito juntamente; triple en fin, es decir, á un mismo tiempo IJíos, naturaleza y humanidad. Bien se pueden examinar todos estos sistemas filosóficos, que todos pre~entanembozado el pensamiento que hemos dicho: el gentílico panteis mo con suvi~iaapoteósis renaée en el siglo sabio disfrazado con otro tra je, porque es mucha verdad qiIe las cosas que son ya fueron, y no hay nada nuevo debajo del sol, como dice·el Sábio. _ Mas ¿cómo siendo Dios simplicísimo, inmutable é invisible, puede ser uno y muchos, a la vez que tiempo limitado y eternidad sin fin? ¿Y cómo siendo bueno y santo, puede ser hombre criminal? ¿De dónde hemos sacado nosotros las nocie8lLS con o de su mirada á l)l'(.m1bú(w por el pecado, no tiembla porque no «)l1lCfj'1Ji8''cencia de la carne, concupiscencia _1íH*, deJa 'DitltJ,. como dice el santo Apóstol ia pen ando haber domina _ortA~del entimiento por el goce ~lP«jferent;e.porhaber disipado lastimo 1corazon, el siglo impío te contra su Dios y Se- rono é intimidar al Altísimo, u frente. de suaccion siniestra,hoy a de manifiesto en medio de las :XXXII calles lJara consumar su obra de esterminio: bramando de coraje, recrujien do los dientes y blandiendo sus acerados puñales, juran la destruccion de la Iglesia. El filosofismo impío, despues de ha1Jer opuesto creencia contra creencia, doctrina contra doctrina; despues de haber opuesto á la f¿ la ra zon, tÍ la verdad el sofisma y tÍ la caridad la filantropía, concluye en abierta rebelion con el ateismo, declarando guerra á muerte á la Religion Católica: y esto era preciso que sucediera así; porque si un momento se g'uareciera en el templo del Cristianismo para ocultar su mala fé, hoy el espíritu de Dios le arroja de él, para que al renegar de toda creencia, die ra una prueba al mundo de que su pretendida sabiduría es una necedad, en cumplimiento de este texto: «Dijo el necio en su corazon: no hay Dios.» -Salmo 13. Esta es la razon porque la ¡teZ del)Jueblo aguijoneacla por los doctrina rios del ateismo, empuña el acero revolucionario y llena la tierra de san gre y de horror gTitando con frenético encono: «Borremos el nombre de IJios de la haz de lct tier1'a, y cese todo sac1'ificio.» Porque bramaron las gentes, dice David, y se concitaron contra su Cristo. Pero el Todopode roso está en el Cielo y defenderá su causa con mano fuerte y con brazo estendido. ¡Calle el mundo! ¿Qué pretende el vandalismo de este siglo? ¿A dónde quieren llevar á la generacion presente los conciliábulos secretos de la Revolucion atea, en 'su arroj o temerario sin Dios, sin Relig'ion y sin lley? ¿A dónde van esos satánicos conciliábulos con su réprobo sentido, sino á establecer el reino de la nada y estrellarsec;on estruendo en el fondo del abismo? ¡Calle el mundo! No lo creais, no callará: el siglo grande, reali z'ará todo lo que tiene pensado en su corazon, jugando en'su último arres to todas sus fuerzas en el grancle palenque de la Europa pervertida, hasta que levantándose Dios... 11Zi?'e y quedesojuzgado~cayendo temblando bajo el fuego de su mirada. Ciertamente, el mundo está en conflagracion: el infierno brama, la re volucion dá mugidos espantosos, y al escribir estas líneas la piqueta re volucionaria demuele los venerandos monasterios de las Vírgenes co11,sa gradas á Dios, y tambien las humildes capillas que erig'iera la piedad de nuestros abuelos en esta tierra qne nos vió nacer. ¡Oh sí, la Revolucion brama muy alto; nosotros no podemos temblar escuchando el estruendo espantoso del abismo en los aprestos que hace para la guerra del siglo, porque defendemos la causa de Dios y no podemos cejar hasta alcanzar el triunfo" aunque exhalemos nuestro último suspiro en el campo de la lid. ¡Orad, católicos Iberos, en defensa de la'fé! Nada os intimide ni amedren te, que el cielo está en nuestro abono: morir en defensa de causa tan santa es el triunfo mejor, es la gloria mas alta que pudierais alcanzar. ¡Orad con celo ardiente, que el peligro es inminente, la conmocion es general! Al grito de la Venta Suprema todas las sociedades secretas se agitan con pasmosa celeridad, y las legiones infernales dejando sus cavernas tene brasas, vuelan con insólito arrojo por todas partes concitando á las po- xX.'m la 1 1 ia del Cl'isto-Dios. La llamada 1'eyo ??:c"~M.~~.ebeflleci'ó al reto impulso de F'US maquinaciones uiza la Prusia, la Hungría, la Helyecia inebra, ponen en movimientoS~lSlógias pronta8 á lanzarse en el palenque para ~La. Galias y .-\.lbion, representadas s! XXXIV , sentir y pensar,rcsu~ltosa,arrostrar todos los enconos de los enemigos de la religion, hasta ycrter nuestra sangTe en los campos del martirio. Vosotros no sois Espaüa, porque renegais de su fe aleqcionados con las doctrinas de Edgart-Guinet y Pl'ou:dhon; vosotros sois la l'evolucion que hablócn Espal1a presagiando la mas desgraciada anarquía, diCiendo muy alto, que la fé y la liberfad son üicompatiblcs, por mas que esto sea un C~'i'l'or.Ese desgraciado filosofismo nQ posee el espíritu Ibero, ni lo poseerá jamás, porque no puede creer. Nosotros sabemos que España no tiene mas que un solo DiCYs, una Fe sola y un solo Culto; y que no puede \1bjurar esta doctrina aprendida en la cátedra de la verdad, estimando como un grande mérito creér lo que la Iglesia enseiia y obedecer lo que laIgle~i\1manda; pero la revolucion no puede creer y aquí está todo el mal: y al batallar· con el es.píritu grande del catolicismo que no vencerá jamás, tm secreto pI'esentimit\nto· parece que le anuncia verse proutó est¡'ellada sobre el escabel del trono eSi)añol: por esto decimos que vosotro.s no sois Espal1a. , . Escachad el fatidico lenguaje de esta· reyolucion .horrenda, comuni cándosB al mundo por el grande ajitador del siglo:~Nuestroprincipio, dice 'Proudhon, es la negacion de todo dogma. Negar, negar siempre, que la incógnita que .1)usoamos es la nada. Allí está nuestro método, que nQs ha conducido á poner como l)rincipios; en religion el ateismo; en.política laanarquía: en economía política la n,o propiedad.... » El pueblo Ibero rechaza dignamenteellen~iuajede la revolucioll; de clarando que no p1.lede renegar de sus creencias, :rii' alter,lr la unidad de suculto.' . De sus tumbas se levantaran los hJI'oes-reyes que enaltecieron el trono, de Castilla, r:egál1dolo cOn su sangre' ysellá.n~lolocon su fé ,formados en magestuosos escuadrones para defender la unidad católica, como lo hicie ron en Asturias y en Sobrar'be, y l'eprendiera:n nuestra apostasía, si hoy el PUEBLO ESPA:\'oL no se levantara en masa ádefe-nd~rsü glorioso culto hasta vEJncer en lá demanda. ¿Pues qué, podrá creer la revolucion que tan pronto se le arranCan las páginas mas gloriosas de su histo,ria, á un pu,eblo grande é ilu¡;¡tre en los fasto$ del mundo por su fé y por su valor, que venc'e á 's.us epemigos con la espada, y í'efuta á lal~eregíaen Nicea y en Toledo, con la elocuen cia victoriosa de sus~antosy de susdoctol;es~ ¿Pues quc, tan fácilmente se huella y escarnece el valor proverbial del pueblo castellano, que por conservar la pureza de su religion, sostiene una lucha de ocho siglos, hasta que ,arroja de sus confines, vencido y pi soteado á otro pueblo fanático, entusiasmado con sus victorias, que en su marcha triunfal, despues de avasallar al,. mundo antiguo y reposar vic torioso á la sombra de las célebres pirámides, se lanza sobre la amedren tada Europa para sojuzgarla en sus arrestos? . Los venerables ·ancianos de Nicea y de Toledo, los héroes de las Navas y Sevilla, losprí~cipesy doctores que lidian y anatemC).tizan á Lutero en. ~XXy habian de legar á sus <1escJnt1ientJs la ciencia .alt.ecilra, qu hoy, inspirándoles horror la apas- lorioC.\TOLICI~~JOcon el heraisma ele palla contempla prevenida esalu~ha . conflagl'W:la por los fuegos de la su- traMclnlfL, todo lo divide, lo incendia y lo illa, 'uiéndose ,Í, la altura iI'IlleJ!:a. lo asaltos del filosofismo lIIIl"OOlmae.l herético luterauismo la ta .I~"~~en defensa de su rcligion, ..~__ .1RIlgeJ!miones de vuestra anárquica *,?.t¡1IIH1ai1lio8&llllente por el fango? ¡Imposible! XXXVI de la rcyolucion, cs su divina religion, cs el brazo de su Dios que la vi goriza comunicándole el fuego de su invencible valor, para que llena de virtud, en la g-rande prueba que atraviesa, sirva de antorcha á la Europa pervertida, de baluarte á la fé y de terror alinfiernb, y que el mundo se- pa que aun hay Dios en el cielo. . Pero vosotros 1W creeis, y esto n(,) os satisface; por eso no sois Esprt,Ya: y la prueba es, que la nacion califica de uesvarío cuanto habeis hecho; puesto que apenas habeis atacado su religion y habeis atentado contra su kono glorioso, se ha conmovido-toda, protestando contra tamaño aten tado, acuclienclo l)I'esurosa á guarecerse en el templo de la fé para defen der la 1tnülad de su culto,. y despertando al mismo tiempo á su valeroso Lcon, hoy se presenta bramando con magestad imponente, colocándose en torno del trono de sus reyes, resuclta á defenderle hasta el último aliento al verle amenazado por vosotros. Por eso volvemos á decir que vosotros no sois E'spafíCt ni conoceis su cspíritu, porque no cl'em:s,. pero en cámbio C1'ee- 11WS nosotros que conocemos su espíritu, y aquí está el misterio. Creemos nosotros, que somos el génio de Esparta representando con fidelidad su fe y su Val01',. su fuerza y poderío; somos el Pueblo Espauol, resuelto á pro l)al~que la 'ltnidail de nuest1'o culto es inviolable, y que sobre el escabel elel s·ólio de las Espauas se estrellan cuantas potestades atenten contra su al ta magestad para derribarle, porque fué regado con la sangre de cien y cien legiones de héroes, que batallaron con invenciblc valor por su FÉ, por su PÁTRL\. y por su REY. Viendo el guanle en la palestra Salió brmnando el lean; -Y al'diéndole el coraZOll Lo arrebató con la dicsl1'c/¡ Para bien de su nacion. Ahora cumple á nuestro propósito dar á nuestros lectores una: idea su- cinta dcl plan de nuestra obra, del ni.odo siguiente. ' El presente Poema, es u;na alego1'ía deZúcio y de la't 1 11'tud, en la lucha que 'viene sosteniendo la J1fenti1Yt con la Verdad á traYés de los siglos, y que debe continuar hasta su consumacion. Es cosa admitida que cada nacion tiene su ángel tutelar, y'acomodán donos á esta idea, personifiparnos á Espaua bajoe~nombre de la princesa ?XXVII' v.n.n. - animada de este santo cspíritu que nos- 1III~._reJ.ro. una reputacion provcrbial como Ca-. en la actualidad parece como dormida y . la presentamos como si fuera cau- ",,..Bta r p a del príncipe de las tinie- triunfe, se necesita que un n iguiMlte católico pmo, de ..iDDltlrando cuantostrab~jos,seduc el) rariarle en su empresa na la verdad, acomo iendo hablar como á es- xxxnrr tilo del, siglo, ataca á los vicios combatiendo las icleas ele la parte anterior, y por consiguiente la esperanza en las riquezas y la felicidad engañosa de los placeres, esponiendo de un modo lozano y vigoroso la doctrina de la esperanza verdadera. Nuestro protagonista en esta situacion difícil que atraviesa prescinde del hecho, y' solo espone en teoría la doctrina de la verdad con toda la 1m reza que en su modo de vivir puede comprender. Los vicios á su vez le tienden lazos, y queda prendido en ellos por poco tíernpo hasta salir del alc'ázar.· ' La tercera parte se titula laJ~{st¡cia.Aquí ya todo toma nuevas formas revestidas con el manto de la santa penitencia inflamada con el celo de la benéfica Ga1'idad. Hesperia aparece en el templo de la.iusticia y recibe del'cic10la misiOí! de evangelizar á su pueblo y á las demás naciones. Como católica, defiende oon la palabra y con~lhecho su doctrina, pro clamando en el siglo la fé, la santa esperanza y la caridad, por medio de su católico Adalid, haciendo el epílogo de nuestro Poema. Como guerrera y amante de su religion, lanza á la liza á su caballero para que defienda sus doctrinas ,y su suelo, montando en su carroza de batalla para oponer se al paso de Magog, conquistadol" universal ateo, en elmome~1tode pi sar sus confines, dando la batalla que se lee en el canto final. Vamos á hacer una observacion que creemos importante. El influjo be- néfico que ejercen las virtudes sobre nuestro espiritu es señorío, sobe ranía; porque se apoderan de nuestra alma, la dirigen' y la gobiel"Ilan: pol' lo mismo, creemos que es muy propio y natural que en las alegorías se las presente con la autoridad y rango de princesas, ('¡omo han hecho algunos de nuestros poetas. Hesperia como justa posee las tres virtudes teologales, fé, esperanza y caridad; mas identificadascOll ella, reinan con ella, la inspiran y la gobieman; pero como esta personificacion es una alegoría animada de un espíritu tan privilegiado como manifestamos, sus ~resvirtudes quedan personificadas en sus tres doncellas Femía, Espería y Carida, como una manifestacion ostensible de su fé, su esperanza y caridad. Por esto vemos que con respecto á Verispano, desempeüan un minis terio sublime; y tan pronto como el órgano de Hesperia se halla en ac cion, ya no suenan aquellos nombres revelando los hechos que las tres virtudes se han identificado con él. No presumimos habor superado to das las di1icultades que presenta un escrito de esta naturaleza; y sien docier~oque las obras de los hombres adolecen de muchos defectos, la queof~ecemosal público debe temer muchos, como produccion de un hombre de poca virtud y escasa ciencia. Los literatos quizá tendrán mucho que decir, pero advertimos á los sábios virtuosos , que lo que encuentren bueno es de Dios y lo malo nuestro. La glollia ele lo, bueno para Dios, la ignominia de lo malo para . nosotros. lunares, cúlpese nuestra ig l._lO lIÚlRlO no se encontraran nuestras ideas ante que defender un error in tifiearlR!! del modo mas cumplido. nlllestl~pobre produccion, la ponemos ._IIl.~ta Sede, bajando la cabeza con ? '., _.IIG" 'GII,,,o y c{lartJ: ..........1·.... tMlIrr-'GH. ,.. lo."'.'01, S,ñor: 11 .(IIfllearé f:,.,.·:....., lin de polo balancea; roCela salmea al otro polo e el mundo crea. -4- En los aires) las aves se deslizq,n Batiendo sus plumajes delicados: y las ondas del mar los peces rizan Con límpidas escamas plateados. y todo lo hace Dios perfecto y bello Lleyando de su amor su santo sello. Plugo á Dios en un rapto de ternura Al hombre concederle la existencia. Dotado de nobleza y de hermosura, De sábia y soberana iñteligencia Sonríe en su mirada su véntura y en su rostro la paz y la inocencia. Un Eden delicioso le concede Donde el hombre feliz gozarle puede. Con gloriá, magestad y con grandeza El Altísimo crea el cielo santo; y los ángeles llenos de belleza Aparecen radiantes con encanto. Adoran al Señor. Y tanta alteza, Prosternados, saludan con un canto. Sus rayos los circundan y embellecen y con claros de¡;;tellos resplandecen. El divino fulgor que les destella Su ciencia celestial les comunica: . Es la prueba del ángl?l, y con ella A todo el que se humilla justifica. Mas uno, cuyonombre fué Luz-bella Se exalta y á su vez se deifica: Pasmado con sus gral}des resplandores Se eclipsaron de un sDplo sus fulgores. Al mirarse á sí mismo como luce El cielo col). su orgullo se conmueve; A muchos de los ángeles seduce y á atacar al Altísimo se atreve. Soberbio en esta lucha se conduce Perdiendo su esplendor fugaz y breve. San Miguel lucha, vence y le encadena y elSeñOl~al abismo le condena. Su escelsa azltoridad fué maltratada y la santa 'De?'dad contradecida; y en castigo, la hueste desgraciada Vióse entonces turbada y confundida: La preciosa 'lmidad le fué quitada y en el caosd~lerror fué sumergida. -Mentira... division, horror profundo... -5- r fué el Sabeismo. I ? -6- Enseilad á los hombres el diosismo; Endiosad al mortal, hacedle impío Con todo lo mas malo del abismo. y los pueblos, con loco desvarío Proclamen su grandeza y t0rrorismo, Bl'amando fi'ente á frente los poderes Revueltos con derec7ws y "debe1'es. Esto dijo el Rrcangel destronado: y buscanclo la tierra con un vuelo, Al Edendirigióse de contado Entrarido con astucia y con recelo; Entonces, mira al hombre afortunado Que reinaba pacífico en el suelo; y al ver su magestad y su nobleza, Detesta su ventma y su belleza. jAy del hombrel que en plácida delicia: Entre hermosos vergeles se albergara, Porque el ángel perverso en su malicia Un lazo áSl~inocencia le prepara; Le seduce; y el hombre... sin justicia El árbol de la ciencia profanara. Dios, empero, mirara con enojo Tanto encono, tal saila y tanto arrojo. Relumbraba su trono portentoso Esparciendo clqrísimosrefl~jos, y adoraban al Todopoderoso Sus santos querubines desdel~jos. Entonces con un rayo misterioso Su inision les revela en suscons~jos: Comprenden, que á través de las edade:,; Crecerán en el mundo las maldades. y la lucha en el cielo comenzada, Con grandes proporciones, en el suelo Formidable, tenaz y porfiada Sostendrán, con valor y sallto celo. Ven la tierra, gimiendo desolada" Vertiendo triste llanto sin consuelo: " y ven al ángel malo y sus ardides Disputando su triunfo en tantas lides. A este tiempo, cqmprenden muchos de ellos La manera especial de sus misiones. Place á Dios que los ángeles mas bellos Den espíritu y fprma á las naciones, Irradiando en sus hijos sus destellos Sentados sobre un trono en sus regiones. -7- -s- En su Culto veráz y en su gobierno (*). Desde entonces ataca su pureza Opuesta á las doctrinas del infierno; y la tienta con malia y sutileza, Váriándole por fin, su culto esterno. Pero. en tanto, le inquieta su heroü¡mo Por si mi dia defiende el Cristiani-smo. Vedla allá, como niña prodigiosa Circundada de encantos y hermosura, Creciendo con su gracia portentosa Durmiendo en sus vergeles con dulzura; VecUa allí, con sonrisa deliciosa Sin pensar en sus dias de amargura. ¡MiracUa! A los confines de la'tierra Va á~idiarValerosa en la gl'an guerra... Canto á Hesperia, vertiendo ardiente lloro Cercada de los timbres de su historia, Contemplando eclipsados con desdoro Los fulgores preclaros de su gloria; Canto á Hesperia, abatida sin decoro _Disputando al infierno la victoria; CantO.á HESPERIA lidiando valerosa Con su]j'é~PO?' la causa ?'eli{jwsa. Es tu ESPAÑA, Señor, que á unir aspira ]?ara siempre á tu nombre su destino. Por ella y por tu amor, mi mente ins})ira Con un rayo clarísimo y divino, Dulce haciendo el preludio de mi lira Tan tierno y amoroso como un trino. Cireunda con tu luz mi humilde canto y hazlo bello, amoroso, tierno y santo. (~)Véase lá nota que con este motivo ponemos en, el último cante de esta parte. TO l . ..-.IlIIPIoION.-L "ERDAI>. ll.\JO LA FÚR::lIA DEL ..i.-·.lQl:CU:ERDA ÁE~p.\5;ALA FÉ DE SuS A':; LORI \8 FrERO'\ I>EllIDAS Á Su GR,\,\ ?? O 'Á UEJOR C.nlI'\O P:\RA SACAR. Á RISPA. ·0. HDIBOLIZ-I.:\DO EL ESPÍHITl" :TERO 'Á Ru HElt"n(;lO Al)':; Á COSTA DE SG EL PROFETA.-PnnrElU APAlUCIO,:; DE 1I.,....4:XJI~"TIlA:RlAR? VERIHP.\,\() E'\ HrS nl"E'\OS lJESEOS 7 Rayo es la santa -verdad Que del cielo santo emana, Cuya virtud sobrehumana Coolraresta á la impiedad y Ala meolira mundaDll. ol. Abrid la, ptUt'ta" y 'entre la nacion JUI'. fU guarda la verdad. bAlAS. CAP. !l. v. 2. __..- ..- :.»~:I»_ ? -12- De antigua y robustíf'ima arboleda, De aspecto melancólico y sombrio Con paseos sombreados de alameda; Cien góndolas surcando unaI~chorio Con marinos de faz graciosa y leda; y en el fondo, luciendo en lontananza El hnpio azul del mar que está en bonanza. Alzando sus alturas relucientes Se advíerte una ciüdad alll' cercana, Con ar005, obeli":::cos y con puentes De ríca a1'quiteotUl'a á la romana. En el m(1)Glo y el trato de sus gentes Parece Uillla CiU&lcll republicana. Sus altos e-hapiteles y palacios Relumbran cvmo el 01'0 y lostopaci'os~ De mañana, caballos' y coéhel'os' . y damas y señores cvn sus trenes, Salian al plantío placentl:tros Entre halagos y mútuos' parabienes. Pero á poco se van los caballeros Dejando solitarios'los andenes. En este mismo instante el sol se enluta y el gentío da voces y cli'sputa. Solamente unos jóvenes estaban Debajo de tillOS árboles lJ<1blalldb; Las voces por momentos arreciaban y entoncei'i se quedaban escuchando: Despues de un breve rat0 conünuaban Quedando cuidadosos observando, - jMarchemos!-esclama;ron-porque gTitan y á la lucha quizás. se precipitan. ¿Verispano, marchamos ó qué hacemos '? No quieras que te tachen de cobarde. -Hoy se salva la Pátria Ó perecemos: El cielo que nos guie y que nos guarde. Esperad un momento y observemos, Contestóles. -No, no, que se hace tarde, No conviene á estas horas tanta calma Si quieres alcanzar alguna palma. Un trueno dió en el acto un estallido Retemblando el plantío y los vergeles: El mar Atrib'lilado dió un rugido Agitando sus ondas y bateles. Entonces escuchóse el estallido -13- . too ? -14- Bc,'dándole lógico y l)I'.()fuudo Los gral1&cs pensamlentos que le asaltan. Pero al ye;r'se el PCPILO en este. mundo Sin los medi,os precisos 'que le faltan... Se cree desgraciado, gime y lU.cha Con la austera verdad que atetlto escucha. Bajo el fuego ardoroso que le anima Sus ideas ·humildes no resisten. La gloria y las l·i,queeas con su estima De formas seductoras se revisten; Yen vano es que su espíritu reprima Los mágicos ensueüos que le envisten. Entonces su mirada se ilumina. y un destino elevado se imagina. De grande corazon, sensible, amable Sus palabras ardientes elec.t1:izau.~ Tres rasgos á este jóven apl\eciablc De un modo sing'¡,¡.larcaracteri~an., A traYés de un ardor inimitable Que algunos por envidia satirizan: . Son su Fé y la Verdad del Cristianism(l) y un puro y generoso Espauolismo. Aun ,'iviendo en un siglo licencioso Cree y ora y d t¡;eces se cOl1jiesa; Pero no con el celo religioso Del hombr.e ya [grmado.en talemp1'0:,a~ Tiene un fondo sencillo y boncladosQ y todo lo Cristiano le interesa. Mas cansen-a sus rasgos de profano Como un libre escritor, el mas mundano. Respecto á la Verdad es inflexible, . Su pluma en sü defensa está dispuesta: El sofisma, con lógica invencible Su rra¡;;e victoriosa contraresta. . Por esto sufre mucho, auuqne impasible En toda dis.cuSÜiHl se manifiesta. Sin luunanaace~cion,si con respeto .Distingue la persona de su objeto. Pero adora el placer, y si lo atnca En esto contradice lo que escribe; Dulce y yaga en su mente se destaca La forma encantadora que describe: y el alma fascinada, 1)0bre y flaca Del hecho ni del dicho se apercibe. Le falta la Yirtud del hombre justo- .- ", " -lG- Con ft'ccu::ncia al mancebo allí le OCUlTC Que oh'o j6yon, a¡stuto y delicado, :::lo lo atrae. lo ticnta y lo seduce y ,'1, empresas aniesgadas lo conduce'. Este ag'ente clnbista. se acercalJa Donde estaban los' noblese~colares. y á mnchos en sn tránsito areng-ahn. Con frases y maneras no yulgare;;;: y las turba;;; hahlalldo concitaba Sin temel' á il.as fUel\ZaS militarcs. Entro tm1toel pupüo así decia ObseI'yando la gente qne corría: -La E-spaüa do los grandes Capitanc;;; Prosigue á paso largo cn decadcncia. Su espíl'itu decae en los desmanes Que eslalJonan sin fin tanta imprudencia: Sin tener el amor ·de los Guzmanes Nos falta abnegacion y prepotencia, y no obstante, á la liza nos lanzamos Sin saber ciegamente dondeyamos... -No hay duda ,que esto marcha al Socialismo, Dijo un otro estudiante sábiamente; Esos vivas qne ois al COiJ/un'is;no Presagian, que si triunfa aquella. gente, Habrá un dia de .horror... v el vandalismo ,} Temible, agitador J' elisol"onte, . De esas hordas de hambriontos proletm'ios Hollará it loshonra~los}1l'opietaI'ios. -Ciertamente, este siglo nos pervierte; Su política. ele oro nos fascina: Sus doctrinas falaces son la mUerte De to:l0 el que lascre~'ypatrocina. Es muy .i nsto éluo pronto yo desierto Do la escuela que ensoGa tal doctrina; Porqne aquella doctl'ina tan diabólica Ko fuó amiga jamás ll;;la CatMica. -j"iya Espaüa! ¡Amig'nitu:-:, fl, la liza! Les dij o al acercarse el conj ll1'[l do. j Grandiosa robelion, qLW har;) (Wl1 iza El trono y cuanto habemos det0:;ti.l,j'l. "- ¡; la fuerza del pueblo patentiza En prueba de]o q-ue hemos sustcntauo. -Esto hombro es un agente üc pabcio. Se dijeron los otros muy despacio. :Mas Santiago rClmso sin rescrya: HIMNO. El Hispano que qüiere á su Pátria, En sus :;tras su amor s<\ci.-ifica, y con hechos heróicos publica Que á ella sola- consagra su amor. A los gritos de~spañay Santiago Despertaos, valientes iberos; ¡A lali~a!Empuiíad los aceros, A los gritos de Pátria y de honor. Al}1alenque bramando, leones, Porque Hesperia leyanta su grito; y ese sueiío seria un delito Que estampara en su historia un borran. De sus t.umbas, el Cid y Pelayo Se levantan buscando guerreros... ¡A la liza! Empuñad los aceros A los gritos de Pátria y de honor. , Circundada de timbres glóriosos Marche en triunfo la ilustre Castilla: Doble el mundo á su voz la rodilla Saludando su heróico valoi'. Tremolad el sag-rado estandarte Con la Fe de los héroes primeros... ¡Y á la liza! oo. Empuñad los aceros A los gritos de Pátria y de honor. -¡Ah... La Pátria! ¡SU música y sns coros Son gritos que p.os llaman á la liza! La España victoriosa de los moros Algun genio maléfico esclaviza. '. , noros, 1 triza. ? PSt ni ha)'u amores uctore.. ntcral'l, nctol'a._; .'" -20- Ese pueblo con tantas amarguras. La sangre que corria'se mezclaba Entre espadas, caballos y armaduras, y el valiente entre tanto jadeaba Entre angustias, dolores y torturas. ¡Por piedad! no mas guerras fratricidas Que á la pátria le cuestan muchas vidas! Agitase Satán con saila horrible Sus furias arrojandó airado y rudo: La Discordia y el Crímen irascible' Blandiendo, su lJuilal feroz y agudo, Se ven, con la Venganza ,aborrecible De semblante colérico y sailudo. El infierno en tan grande cataclismo, Lanzó su carcajada con cinismo. Agentes de cien clubs, que un génio oculto Para mal de la pátria puso en juego, , Vag-aban en la sombra, como á bulto; Atizando frenéticos el fuego. ' Enemigos de España... y de su culto Que lanzan la blasfemi1;L y el reniego,; 'Ansiando derribar la monarquía A 10sgrit6s de... ¡Viva la ánarquía!:... Se acercaba la noche porin~tantes: 'y este' cuadro con fuertes pinceladas Destacaba sus formas palpitantes Con tristes y fatídicas miradas, A la luz de las llamas vacilantes Que salian de varias barricadas. Sigue el fuego, y se aumentan los horrores Alzándose hasta el cielo los clamores. Tan amargos gemidos desde el cielo Dios escucha: y entonces compasivo, A la santa VERDAD' envia al suelo Con su amor y su espíritu atractivo. Les habla de la Fé con santo celo y con tono apacible y persuasivo. En el acto, los males se acabaron y las furias temblando se alejaron. La Verdad, con la forma venerable De un profeta de Dios se les presenta. Su mirada es benéfica y amable y su rostro la calma representa: Un secreto atractivo é inesplicable El alma con su vista esperimenta. -22- Dónde está? ¡Ay, quc tu nombrc esclarccido Una sombra de gloria lo decora Despues que tu piedad ha decaido! Perdiste tu potencia triunfadora Dejando al Dios del Gólgota Cl). olvido. Fn tiempo, con tu santo Cristimds1Jlo Fue t1t nomb1'e. sinónimo de lle1'oisnw. Tu Leon, nuevo Judá, bramó imponente Mostrando tu poder en todas partes. Fuiste grande; con mano prepotente Tremolaste tus nobles .estandartcs, Que el orbe saludara revercnte Ondeando en tus gloriosos baluartes. Fuiste ilustre, mostrando como encantos Tus guerreros, tus sábios y tus santos. Place á Dios que la Espaiia en su hijo crea y le envia áSanti~'opor patrono. Presidiendo el concilio de Nicca Se presenta con su Osio. Y en su trono Su fé brillante y pura centellea Demostrando que el cielo está en su abono. Tus Félix y Valerios en Elvira (1) En un santo concilio Dios inspira. Prudencio te cantó; César-Augusta Sus preludios piadosos escuchara: El triunfo de la fé de Engracia justa Con su lira en el mundo resonara. San Gregorio el de Elvira escribe, y gusta (2) Porque á Arrio con su pluma refutara. Tú combates despues de Yarios modos La herética doctrina de los godos. Si á tu ,suelo triunfantes sc 'aclelantan, Tus hijos por la fé se sacrifican. San~eandroy su Isidoro se levantan' y escriben, oran, leen y predican. Con su pura ortodog'ia los encantan y la Fé de Nicea les esplican. Tus~ntoHermeregildo y Recaredo La sellan en Sevilla y en Toledo. Si las hordas de Odin, que prohijastc, (3) Mirando tus vergeles se encantaron, Con tu fé y tu valor las conquistaste y á tus plantas rendidas se postraron. Sus costumbres salvajes les quitaste y en tu seno dormidos se quedaron. -24---- Ciñóles cien coronas de ódios llenas 'Tejidas con abrojos y con clayos Entre el llanto infeliz de tantas penas. ¡Fratricidas! muriéndose dijeron: ¡F¡>atricidas! sus tumbas repitieron. Basta, España; no mas. Pero medita Que Satán con empeño te persig·ue. Hoy ag'ita la helada moscovita Por quitarte la Fé. Si lo consigue, . +en tu sien tu corona se marchita No esperes que su encono se mitigue. Hoy el génio del siglo te seduce y al borde del abismo te conduce.. Dios te llama. Despierta; tu letarg'o Con tu brio c.atólico sacude; Que el Señor te confía un grande encargo Para hacer que de faz tupueblo mude. Contraresta al abismo. En llanto amargo Otra vez penitente á Dios acude. R.esplandezca tu féradiante y viva y atrae su mirada compasiva. Ahora bien. Si á la Fé debiera España Su nombre esclarecido y su grande;¡;a; Si sus reyes y pueblos, en campaña Batallaron con brio y fortaleza; .Ornándola con una y otra hazaña Cimentando su trono con firmeza, ¿Quién derriba ese trono venerando Sellado con la Fé de San Fernando? ¡Acaso la impiedad de los sectarios Que al verle en decadencia airados brarnanL .. ¡Es verdad! Federales y Unitan'os Sussist~masaná.rquicos proclaman: . y hay hordas de masones... de sicarios> Que poder.y riquezas os reclaman. ¡Quiera el cielo que sean mas Hispanos y no ahoguen á la pátria entre sus manos! ¡La impiedad!... Noble Hesperia, ciertamente: Si tu fé prodigiosa se eclipsara, La impiedad te hundiria prontameJ;lte, Ella sola tu trono derribara.. Mas levanta tu faz resplandeciente y combate al infierno -cara á cara. .¡Tú, que un tiempo venciste al Islamismo Con tu ilustre y triunfante Cristianismo! -26- En aras de la pátria se consuma. Esta pobre existencia que os ofrezco El honor de aceptarla ni ami merezco. -Pobrejóven, ¿tú sabes lo que ofreces? Si el amor á la gloria te seduce, ¿Qué te importa esa gloria si pereces Siendo un humo que á nada se reduce? .Medítalom~iorpor si á las yeees Esta oferta á la, prueba te conduce. Escucha, sin embargo, lo que impone La Pátria, al que salYarla se propone. Desde luego en Ter 'Uida no se C1tenta; Ni en goces mundanales... 11/i en 1nuge1'es; 1W en riquezas, que el oro desalienta y apega el corazon á los placeres. Asidua abnegacion, que es muerte lenta Cual víctima inmolada á sus deberes. -No importa. Si esa vida es un suplicio Acepto, santo anciauo, el sacrificio. -Si lo aceptas, el cielo te bendiga. En tu suerte azarosa, triste y varia Desde hoy mas la Verdad será tu amiga Si tienes á la Fé por luminaria; Sí, Y por mas que el infiel'llo te persiga Vencerás con esta arma estraordinaria: Si caes á tu vez en grandes pruebas De las fuentes del siglo nunca bebas, y formando una cruz con dos aceros El Pacto concertado .el jóven jura, En presencia de muchos compaiieros Que admiran y celebran su bravura. Entonces el Anciano:-¡ Caballeros! Si las ]J1'1tebas domina y no perjura, Vuestra Espaiia celebre su victoria y en el mundo... eternice su memoria. En alta Í11-spiracion despues les dijo: El polo se estremece; cruje el hielo. Bramando de coraje, el ojo fijo En Espaiia, adelanta con un vuelo El coloso dragan que Dios maldijo... 11etemblanc10 á sus choques todo el suelo. Ka me busques jamás entre el tumulto, Porque moro en un templo muy Oc.ulto. Su mirada brilló: y al jóv'm luego -en soplo le imprimiera en el semblante, ciego ve in tant'. IODilbra que 'aleja lo deja. ucedia elliato. ha. ~OTASDEL ClNTO L (1) Aunque España entonces no tenia reyes propios, decimo;" trono por nacion. - . El Concilio de Iliberi celebrado antes del de Nicea, 300, ó 301 por consiguiente fué el primero. Todos saben la celebridad que tienen los cánones de este Concilio como una prueba relevante deJa pureza de la doctr:ina que ya entone 1wofesaba nuestra.España. , " . San Valero, ObISpO de Zaragoza, FelIx, ObISpO de Guadn:: y otros cla rísimos varones de aquella época estuvieron en este Concilio. (2) San Gregorio de Iliberi, -contemporáneo de Osio, qile por su ortodogia se hizo célebre entre sus contemporáneos, y cuyos escritos merecieron bien de San Gerónimo, especialmente su tratado sobre la F,é. (3) Odin, uno de sus antiguos caudillos, fué su legislador y el que in - tituyó el culto godo. - (4) Batalla del Guadalete 711. Toma de Granada por los ReyesCatóli~ COS, 1492. - .'. MJUI::B B TE,'TACIO~E~EL .-Lo ORÁCULOS DEL SI BRI PA,"O DESPL"ES DE ID. "TO QUETIE~EEL ? If. j ..", da alegria: mal la lám ...... apagará? . 1 v.9. E la luz de los impíos D ceotella fugáz: e a ciencia faláz o\os desvario! en siempre sin paz. -32- Heridos por el sol qne ya asomaba. y el oro y el marfil j ugalm unidos Con rica pedreria que brillaba. Los rubís y diamantes esparcidos En bazareiS magníficos mostrapa. Deslumbraban los géneros marciales A través de los límpidos cristales. En sus plazas, sus teatros y jardines Se respÍl.'an' aromas deliciosos: y la lira, la trompa y lds Clarines' Resuenan con acordes armoniosos En las fiestas, saraos y festines Que animan sus palacios voluptuoS013. Sus ecos se repiten en los valles y el placer se desliza por las calles. Sus mansiones, de rico artesonado Con columnas' de bellos chapiteles, Se presentan con lujo inusitado Alfombradas de lana y finas pieles. Vénse en plazas, de un ámbito estremado, Obeliscos cUJ'gados de laureles. Tan gratas y magníficas mansiones Encantan con variadas diversiones. ¡Ay de mi! Como vuela la existencia ¡Qué ciega entre placeres se desliza! ¡Ay d.e mi! ¡Tanto goce á competencia Al. misero mortal desmoraliza! ¡Oh santa y soberanapenitenc~a, Ven, y, al hombre perd{do evangeliza! , ¡Cobija con tu manto á los mortales y destierra del mundo tantos males! , Presenta la ciudad allá en su centro Una. plaza anchurosa, hermoseada C0n jardines bellísimos por dentro Do presenta un palacio su fachada. Sus verjas y veljeles, con su encuentro Anuncian que es magnífica morada. En tres puntos presenta siete puertas Que casi de COntinuo están abiertas. Quizás no tuvo igual de polo á polo Este alcázar. Encierra en su recinto otros siete palacios: grande y 1'010, Eclipsa las bellezas de Corinto y á los templos de Júpiter y Apolo, Sin faltarle además su lal.)erinto. -34- Domuestra junto a1 mármol su impOl-tancia. Esta fuente ele mágica apariencia Despide una aromática fragancia. Siete chibas de bronce son subas~. y una al'géntica concha ele ellos se ase. Un zócalo de mármol cincelado Se ekm desde el centro de la taza, Con un globo de plata coronado Que en contorno un follaje de oro enlaza. En un grupo de mármol bien labrado Siete ninfas con seductora traza, l!esde el globo, con copas de cristales Derraman agua líquida á raudales. Con un brazo enlazadas en contorno Con graciosa actitud se ven asiclas·, y un ¡¡egro pedestal con rico adorno Sostienen sus cabezas clesunidas. Un toro de metal arroja en torno Desde allí, siete luces encendidas. Siete cuernos, cual teas incendiarias Producen estas siete luminarias.. Se aproxima la ciega muchedumbre Absorbiendo estas aguas con la boca, Fascinada al fulgor de aquella lumbre Quedando en su embriaguez cegada y loca. El agua de la ciencia dá costumbre De olvidar la justicia á quien la toca: Los sagrados deberes con rlisgustos, y las deudas que aburren y dan sustos. Sus luces dan á todos tal pericia, Que al mirarse á sus claros resplandores El rico vé del pobre la malicia Sin notar ni sus penas ni dolores. El uno mira al otro con codicia Y envidia su fortuna y sus honores. Mas nadie así se mira; y por su mengua Se hieren con los dardos de la lengua. El avaro, mirando á su colono . Se piensa que su hacienda lo enriquece: y lo apremia, ó le deja en abandono Al ver que á todas luces lo merece. Ve la pobre á la dama de alto tono y envidiando su lujo se entristece. Tantas luces trastornan los juicios Triunfando sin pudor allí los vicios. -35- ·-36 )\largóles dos copas esquisitas. Los hombres las tomaron y,bebieron y en el templo los~chose metieron. En frente dcljardin un templo hermoso Se observa, con g'elitil arquitectura. Mas si el arte se ostenta en él pomposo Es rara y aplastada su fig'lll'a. Nuestro génio cristiano y mag-estuoso Dosterróse en su ornato y en su hechura. Su fachada, tenida en mucha cuenta Un pórtico magnífico l)resenta. El gentilico ornato ele Corinto De hermoso entablamiento y cornisajes, Con columnas de negro y bello plinto Con ricos chapiteles y follajes, El temp.lo, fuera y dentro del recinto Presenta, con preciosos frisonajes. Sobre el mármol resalta un o'eroo'lífico . , o o Entallado en su pórtico magnífico. Simboliza·las cosas de este mundo Una puerta en el centro. Entre oro y plata Bate un génio lig'ero y rubicundo Sobre un árbol, sus alas de escarlata. A su sombra, el gentío fmibundo Afanado, sus fi'utos arrebata. Hay quien rie y quien llora con espasmo y el génio da risadas con sarcasmo. Esta puerta da entrada á los seiíores Que el mundo con incienso los adula, Como á otros Eupolones amadores Del oro, los placeres y la gula. Buscando de otro génio los favores En la izquierda otra gente se acumula Son pobres, embusteros y tramposos, Son gavillas de hambrientos sediciosos. Esta puerta presenta á la mentira Con el rico disfi'az de la opulencia. Hay un génio que á un grupo el malle inspira Notando en sus harapos su indigencia. La jJobreza á sus piés hollada espira Vencida por el génio en la apariencia. Acaricia á la gente pobre y tuna y le llaman los pobres la Fortuna. En la puerta tercera existe un hada (1) Bellísima, halagüeña y tentadora, -38- Y en alta apoteósis lo eterniza. Además, 1)01' contraste, mas al vivo Presenta varios cuadros de airé) llano, Donde el pueblo, imponente y agresivo Heclama, como jJueblo soberano Sus derechos, con tono decisivo li los gritos de... ¡Abajo el rey tirano! Un trono entre los grupo:;; bambolea y la plebe gozosa victorea. Siete planos presenta bien notables De pizarras bruñidas como gradas Que descienden al fondo, aunque ocupabIes Do las gentes del templo están sentadas. Bajando, en sus medidas son variables . Quedando en pequenez muy estreÍnadas. Las últimas, terminan en el centro Como inversa pirátr¡.ide· allá dentro. Desde aquí, un obelisco se levanta Con una estátua ecuestre en s:u cimera. Con su alado caballo se adelanta Un Príncipe de faz airada y fiera, Pareciendo que el choque ele su planta A la tierra sojuzg'a en su carrera. Este Príncipe espresa grande enojo Lleva flechas, espada y manto rojo. Siete esbeltas cariútides preciosas Al entrar, en los ángulos se observan. Las gentes se aproximan presurosas y en las gradas sentadas se conservan; Entre silvas y -gritas bulliciosas Que á veces por su dalio se exacerban. Las figuras elevan con sus manos La antorcha que ilumina á los mundanos. Oráculos del templo, les instruyen Con su laxa y maléfica cloctrina; Pero algunos á veces les arguyen Notando que su ciencia desatina: Mas otros, en sus máximas se embuyen Porque tanta agudeza les fascina. La figura primera, ál fin, reluce y una voz de este modo se produce. --- CULTOS. -40- Si en todas sus empresas ell)rimero Con gentil prepotencia el Yo le aclama, Ora empuñe la pluma ó el acero Se remonta hasta el templo de la fama. Sin el Yo, no hay grandezas mundanales, Ni coronas, ni triunfos terrenales. Nuestra ciencia yalor al hombre infunde Con su aire prepotente y dominante. Arrolla, contraresta, aplasta y hunde. Con planta domadora y arrogante. Con sus triunfos, su gloria se difunde Reluciendo en el puntoculminant~." Como grande, la ley le impone alarbe y todo lo que encuentra se lo sorbe. Siendo el hombre un monarca, un rey altivo Que todo con su fuerza lo domeña, Con tono soberano é imperativo Lo régio y lo magnífico le enseña: Mostrándole" el poder con su atractivo En empresas altísimas le empeña. Le muestra su destino noble y grande Sin que nada le aterre ni le ablande. Ved al héroe en el Asia como anhela Proclamar nuestra ciencia prepotente. Al cenit de la gloria Belo vuela Temido y adorado de la gente. Nabuco, con su planta alarbe asuela Y adorado en su imperio es prontamente. Alejandro abandona á Macedonia y vedle un semidios en Babilonia. Triunfe el Yo prepotente y sobei'ano Lanzando fuego ardiente la pupila. ¿Qué le importa á Tarquina de su hermano, Ni á César si Pompeyo se aniquila? ¡Calle el mundo, aunque sea polvo vano! ¡Truene el orbe!. .. yel paso franco á Atila, Que seca con su aliento lo que toca Lanzando ardientes rayos por la boca. Confe en el porvenir, el hombre mire Que toda su esperanza es la Fortuna. Por amo?' de sí mismo, siempre aspire Remontarse á los cuernos de la luna Terrible y denodado, hasta que espire, Hollando al mismo rey si le importuna. Grande siempre y osado en todo trance ? -42- Yproteja las ciencÍas y las artes, Que el aliento fanático sufoca. Alce España la frente y sea grande Sin que nadie la oprima ni le mande. Solo á España, esa voz siniestra y ruda Le causaba tristezas y quebrantos, Admirando abatida, triste y muda A sus reyes, sus frailes y sus santos. Hoy se ilustra, y por fin de rostro muda Al arrullo del siglo y sus encantos: Tremola en sus ciudades sus pendones Con justas y temibles rebeliones. ¡Salve, salve! ¡.pujante y noble Hesperia! Tu brillante blason ninguno aplaste. Aterre tu mirada altiva y seria, y güe nadie en tll vuelo te contraste. ?Sí, sacude tu sueño y tu miseria Del modo que estos dias lo mostraste. y vindica tu honoren mis altares Inmolando tus hijos á millares. a A·· -- varlCla. En el cielo manda Dios y en el infierno quien puede: y en este mundo, se11ores, Bl qtlll má& dinero tiene. EL MUNDO IN SUS CANTOS POPULARES, El hombre con el dinero Mande y viva con honor, y sea con di seilor y sin él un pordiosero. La segunda columna relucía Quedando los oyentes muy atentos: Los prodigios del oro referia Otra voz de metálicos acentos. Su influjo poderoso se sentia Creciendo el entusiasmo por momentos. La forma popular de tal discurso en 1concurso. bo un tiempo sin malicia riqueza y de decoro. En qll el hombre cüraba con delicia u.~diehosa sobre el oro. hando tal dieha de a'Daricia guerra á su tesoro. ? lIliit1a r su daño to engaño. l1Imeil ??riDlia. no ñores. iDltiDtlo "D1'OI50 hácia el dinero. u amadores. to'...Il1o Yhechicero 1'1 A una mina de dichas y favores; Porque el oro es «el clame cuantoq~tie?'o» Este amor delicioso da riquezas, Placeres, alegrías y grandezas. Nuestra ciencia preciosa y opulenta Dominando en el mundo se percibe; Sin ella y sin el lustre que presenta La dicha ni el poder no .se concibe. Con oro la grandeza se acrecienta y su lustre mag'nífico recibe. Quien piense de otro modo es pobre y necio Mereciendo por ello g'l'an desprecio. Las riquezas inclinan la balanza A favor c1e una ciencia, que procura Demoséraros, que el oro es la espemnza De los hombres, y toda su ventura. Aceptaúdo esta idea, sin tardanza Se eleva el pensamiento á grancle altura. Cada cual en sí mismo solo piensa Bascándose la suerte mas inmensa. La fortuna es huraña y algo egoista; Mas si tiene el semblante un poco adusto, Seguidla sin perderla de la vista Aunque á veces os cause a1gun disgusto. Quien quiera hacerse rico, no desista Ni diga si esto es malo ó esi1~justO. No os pareis en misel'ias ni en deslices Si quereis con el oro ser felices. . Los hombres, calculanclo se procuren En todas situaciones su ganancia, Mas que al pobre denosten y torturen Apremiado por ello con instancia. No importe que los prógimos murmuren Al dar al capital mas importancia. . Con la ciencia del Yo se contraresta A esa gente pobrísima e indigesta. Sea fuerte el egoista cuando cobre Exigiendo la cuenta sin antojo, No pensando si es huérfano ni es pobre Elcl~tropagador que tiene al Qjo. Por mas que la razon al otro sobre Intíme1e sentencia de despojo; Que el rico no es mendigo ni cartujo y debe sostenerse con su lujo. LaUS~W(tes una mina lucrativa -46- El hombre que conspira dia y noche Pasea con caballos y con coche. Nada teman los topos, que no importa. Ser imbécil ó inepto para el cargo. La ciencia del empleo es harto corta y fácil además su desencargo: Los bienes positivos que reporta Le quitan lo difícil y lo amargo, Haciéndola una ciencia de importancia Que ilustra yeririquece á la ignorancia. . Mas si acaso el avaro desatina En los clubs de este juego á.que concurl'e; Si entre gente tramposa y mas ladina En estas negras artes mal discurre; Si al bu:scar más fortuna, en una esquina Tropieza en algun lazo que se escurre, Nada importa, adelante, que es decoro Jugarse la existencia por el 01-0. Además, la política es tan.tuna Que todas sus bellezas son... ?nenti?-a: Solamente se busca hacer fortuna... y entre tantos embrollos siempre tira. Se conspira, se. adula, se importuna y al que dá, se le aplaude y se le admira. j Viva Espafial Patriotas... ¡Vivar-Bueno, Hasta tanto que el saco quede lleno. Seguros que en este arte el bien consiste Profesad nuestra ciencia sin reparo; Porque nadie al que es rico le resiste Como el mundo lo canta liso y claro. .Se le llama señor, y se le asiste Aunque sea maléfico y avaro. Es feliz, hombre grande y caballero Recibiendo su fuerza del dinero. Juega, rie, pasea y se divierte Gozando de una vida dulce y buena, Sin pararse en los medios de hacer suerte Riéndose de aquel que los condena. Su dichosa familia, en torno advierte y de halagos y plácemes le llena. Feliz con su fortuna, está seguro y abandona á los tontos lo futuro. Ved aquí vuestra dicha en qué se encierra Si quereis una vida deliciosa: Haced á la pobreza cruda guerra -47- la fortuna veleidosa: bi de la tierra .'~.4".IU.vlI,,~ciapoderosa. ~....¡a ........ mundano aquí se cifra i cia le descifra. un iglo de riquezas; JIlateriales, Columna 5. 3 --LIljuria. Yo. Quizás Satán ptfSO en vos Su vista fascinadora; Su mirada seductora y el amor que negó á Dios. EL MUNDO EN SUS COMPOSICIONES TEATRALES. El amor que á Díos se niega Se fija en la criatura, y en castigo, de amargura Este amor al alma anega. La tercera columna centelleaba Ai'rojando su luz fascinadora; Una voz en la misma resonaba Melífiua, simpática y sonora, Que de fausto y placeres les hablaba A la gente mundana y pecadora. La infanda y terrenal filosofía De Epicuro, sin duda referia. Mundanos... siendo el hombre en sus funciones lIfatelJ"ia sdbia?nente organizada, Preciso es que en sus varias afecciones Se deje con el goce acariciada. Imperiosa en sus varias sensaciones Se os presenta anhelosa y delicada: Os reclama el deleite dulce y puro Que enseña la doctrina de Epicuro. (4) Esta laxa y romántica doctrina Le concede á la carne cuanto quiere: La mima, la acaricia y la encamina Por la via del goce que prefiere. \ . 12 -49- Acoge el sentimiento y lo refina... n los . precepto que refiere. rei materialismo ermo o sensualismo. lvede~argumento ituacion que se os coloque: 'h e sentimiento ó toque BU_??".~_Il.-8iinmnto _.tlB-ohoque. __el contrario hombre es necesario. Contrarid á la carne si os parece egándole los gustos que ella estila, vereis lo que sufre y que padece Sin poder ni un instante estar tranquila; Vereis -em:no a y languidece Se y se aniquila; '0 dando gritos s y apetitos. . tiva; 10 ingrato Yrepugnante 10 repele: Delicada, medrosa Ysen itiva k_la' COn . lo que duele. espansiva, _t.e'S y sin brillo mis laureles; Mis hermosas guirnaldas se agostaban y aherrojados gemian mis donceles. Todo espinas y abrojos se tornabalL Regando con mi sangre mis vergeles. ¡Ay! ¡Hijos de la Hesperia sin ventura, Gemid y suspirad con amargura! Entre tanto dolor, en varias lides Tegia, aunque gimiendo, mi corona. Lidiaban con valor mis adalides En las Tienelas,Clav~joy en Pamplona. Don Pelayo batalla con sus cides y luego en Covaclonga el triunfo entona. ¡Loor á tantos héroes! 'jA Ramiro, Alfonso, Iñig'o, Arista y TeocLomiro! Ondea nuestra cruz en los pendones· Aterrando á las huestes agarenas, y á su sombra mis nobles campeones Rompian con denuedo sus cadenas: Batido el Islamismo en cien acciones Respetaba con miedo mis almenas. , (*) Mártires. -126- En Daroca, Alcoraz y Zaragoza (14) Mi Alfonso batallando los destroza. La cautiva Toledo fué librada. Otro Alfonso su lábaro tremola Con la enseña bendita y venerada De la hueste Mtólíco-española. Tantos triunfos vió Córdoba asustada Alfonso el de Arag'on estremecióla. Bramando el Islamismo se conmueye y á empresas enormísimas se atreye. El Africa salvaj e díó mi rugido Arrojando sus hordas siempre bravas: Mi espíritu hasta el cielo alzó un gemido Alentando á mis huestes calatravas. La tierra estremecióse, y dió un Cl'ugido En la grande batalla de las Navas. Vencimos: Alfaquíes y Santones Saludaron temblando mis pendones. España con su. ejército campea Porque Dios apiadado la ayudára; El imperio muslímico jadea Despues que en tantas lides lo humiHára. Si en Córdoba el alfanje centellea Otros triunfos mejol'es nos prepara. Mis Fandilas, Eulogios y Amadores (*) Se ostentaron divinos lidiadores. En siglos' de tan bárbara rudeza, De herejías y fieros desenfrenos, Mi espíritu se eleva· con pureza Presentando varones los mas buenos. Es verdad que gemia con tristeza Bajo el yugo de tantos agarenos: Mas con esto mi Dios me preservaba Del vicio que en Europa dominaba. Entre tantos errores y maldades Como al mundo llevaban en trastorno, Penitentes y humildes mis ciudades Sin placeres, sin fausto y sin aclorno, Rechazan herejías é impiedades (15) Aunque bramen tus génios en contorno. y si el árabe esgrime la cuchilla Mi espíritu católiGo le humilla. Pero en cámbio, mis claustros silenciosos -127 Producian varones eminentes: Sus doctrinas y escritos luminosos Revelan sus virtudes excelentes. A través de estos,siglos azarosos Mis santos cenobitas penitentes, Escriben fundan pueblos, gimen y oran· y la ciencia en sus claustros atesoran. San Eulogio y Samson allí bebieron (16) La doctrina feliz que profesaron: . A la córte sultana combatieron, y en triunfo -á la herejía pisotearon. Veremundo y Virila allí vivieron y hasta á Hirache y á-Leire reformaron. El abad San García ilustra á Arlania y en Oña San Ifligo da enseñanza. En aquellos santísimos asilos· Sin fausto mundanal y sin boato, Moraron penitentes y tranqmlos Los monges que en la historia son mLornato. San Domingo, que llaman el de Silos, Domingo el de calzada y San Beato, Lo que mil-an lo atraen y edifican y todo con su amor lo santifican. ¡Los santos monastebos venerandos! Debajo de sus bóvedas sagradas . Se formaron los santos Hildebrandos (17) y otras muchas lumbreras yeneradas; Que á tus génios soberbios y á sus bandos Opusieron Un dique sus iniradas. ¡Los santos monasterios! Tu martina... Hoy y entonces... preciso es el decillo. ¡Mis santos monasterios! Sus acentos A través de los siglos resonando, Recuerdan aun al mundo los portentos .Que hicieron los monásticos orando. H0Y gritan esos viejos monumentos Sus formas magestuosas destacando, Despertando en sns bóvedas sombrías Los héroes de mis grandes Monarquías. (18) Alzaos desde el polvo... tú, Cardeña, y de un Mplo ... despierta de sus lechos De mármol á tus mártires, y enseña Como huella este siglo tus derechos. .Tú, glorioso San Juan el de la Peña, Ilustre por tu historia y por tus hechos, .' 4411 -U28 Conmuévele á Sobrarbe las entraüas Ya que olvidan tus glorias las Espaüas. Otro tiempo acogias en tu seno A mis príncipes, siendo pequeüitos; Formal)as su carácter noble y bueno Con tu esmero y cuidados esquisitos, Haciéndolos terror del agareno Bebiendo Fé y valor en tus escritos. ¡Aun conservan cien féretros reales Con trofeos Católico-marciales. En medio de esos siglos de ignol'ancia, Tan grotescos, tan férreos y oscuros, Dí sábios á la Italia y á la Francia Que sus émulos ponen en ilpuros. Teodulfo 01 de Orleans, por su importancia (19) Batalla con los hombres mas impuros, El «Glo1'ia á ti Rey Cristo» su inocencia Demuestra al rey de Francia con su ciencia. Otro Obispo como este y tan esperto Fué Galindo Prudencio; litel'ato, Como faro que brilla en el desierto De un siglo tenebroso á mas de ingrato. Gobernó su rebaüo con acierto Sufriendo con paciencia su mal trato. Algunos, que sus letras envidiaron De·hereje, al sábio anciano motejaron. A la vez mis guerreros combatian Esgrimiendo sus lanzas invencibles. Los freires de mis órdenes Cl'ugian Vuestras lanzas y alfanjes mas temibles. San Fernando y Don Jaime os vencian Mostrándose los dos irresistibles. Salúdense en mi imperio tantas glorias En los claustros, el campo y las historias. Finaba el siglo doce; y en el trece Dando á luz á otros santos lidiad res, Mi semhlante abaticlo resplandece Al brillo de mis santos fundadores. Domingo de Guzman os estremece Lidiando con sus mil predicadores. Por su amor celestial, los Albigenses Se le rinden, y humillan los Valdenses. Don Jaime de Aragon y San Raimundo Fundaron á los Santos Mercedarios. Su hm'ÓÍca Ccwiclad saluda el mundo -129- Y la admiran callando mis contrarios. Mas si luego el infierno furibundo Aun agita sus génios incendiarios, Le opongo la virtud y la elocuencia De Vicente Ferrer el de Valencia. Es verdad que arrostré tribulaciones: Lucía la tizona fratricida, y estampaba en mi frente cien baldones Mi prole por mi mal envilecida. Venciendo tan penosas tentaciones Gimiendo y suspirando, enardecida· Acerquéme á la veg'a de Granada Y allí mi Santa Fé quedó sellada. Triunfante en mI anhelada reconquista Con mi ilustre Isabel y Don Fernando) En mi marcha triunfal, se alzo á mi vista El grande porvenir que vi llegando. Como es raro el que á Cápua se resista, Sus coronas y halagos despreciando, . Temiéndole, ceüime de un cilicio Conaquel Tribunal del Santo oficio. (20) Con tanto padecer quedé a\Tezada A lo acm'bo, á lo duro y penitente; y cuenta, que al hacello fué avisada Como pude observallo prontamente. Una gota de mirra fué mezclada En mi copa de néctar sábiamente. POr eso ni Wiclifos ni Jermanos (21) Viciaron mis estados castellanos. Mirad mi Monarquía religiosa Con toda su grandeza y su heroismo, Bebiendo su potencia belicosa, En las fuentes del Santo Cristianismo: Miradla prepotente y valerosa Batiendo con su planta al Islamismo.' Su santa religion la vigoriza y su Rey su grandeza simboliza. Un pueblo que demuestra con su historia Que lucha, y con su Rey se identifica; Que comp,arte sus penas y su gloria y en las lides por Dios se sacrifica; ¿Puede nunca arrancar de su memoria La invencible UNIDAD que significa? ¿Y si Días es autor de tal union, Qui.én :pOl~,~utera~os;y si hupo aqui eqtonces,algunos deq.qp.eHos here jes, fueron duramente perseguidos por el Santo oficio, cQmo Jo prueba la ejemlCioJl de Cazalla y 'Suscompañ~l'Os,y otros mucJ;l.Os autos de Fé realizados por entonces., .' '.~.l'" " r ? (22):Wasig~on-Irving"-Véanse,sobretodo esto, las cartas de Sir Wi-. lliam Cobet. (23) Sabido. es que los ataques mas fuertes contra los ·Jesuitp.s vinieron de parte de los Jansenistas. (24) Elsig~oXVI, fecundo en grandes hambres, puedepres~ntardigna mente á Cárlos I, no alIado de Enrique VIII como han dicho algunos, sino alIado de los mas grandes que entonces tenia Europa. Aparte de su ardiente juventud y de e5ia ambicion circundada de cierta gloria ql~e tienen los hombres de génio, tiene rasgos en.su vidq.. dignos de ))lucho aprecio. La retirada al monasterio de Yuste de.C~rlosel emp.eradol', es el me jor l)anegírico que puede hacerse de un hombre, que es.tando dominando.' en Europa con tanta gloria, deja la púrpura y depoI!e sus laure-Ies al pie de una cruz" para vivirco~oun l:lobre l;llonje: -143- Algunos podrán decir que se retiró viendo que la fortuna ya le iba mirando con mal gesto; pero el mérito del hombre está en saber retirar se á tiempo. Si animado del espíritu religioso que le guiaba, se retiró antes que la suerte le abandonara, Dios tambien aprecia este sacrificio. (25) Alfonso Borgia, Obispo de Valencia, hijo de un labrador de Játiva. San Vicente Fm'rer pronosticó á su madre que habia de ser Papa. Si glo XV. (26) Todos saben que admirando Napoleon el heroismo de los zaragoza nos, los proponia como modelo para alentar el valor de sus soldados. (27) Véase al P. Feijoo con respeto á esta campana, célebre en nuestra his toria por sus tañidos misteriosos. (28) El Conde Fernan Gonzalez y el Cid llevaban relicarios donde con servaban las santas hostias consagradas. Recuérdese además el hecho de los santos corporales de Daroca. (29) En la especlicion de catalanes y aragoneses capitaneados por Roger de Flor, se tremoló el pendan español en Atenas y Neopatria. OTA. El triunfo de Castilla. Napoleon esperimentó cierta turbacion al tratar del plan de la conquista de España como se lo manifestó á Murat, recordando la bravura proverbial del Lean Ibero. Napalean podrá decir un dia, dice MI'. Laurent de Ardache su histo riador, que la guerra de España, le perdió; que todas las circunstancias de sus desastres vienen á mancomunarse con este nudo fatal. Reúnese una Junta central en Sevilla, y los españoles en globo, se gun espresion de Napoleon, se portan pundonorósamente. Este gallardo ademan correspondia á las previsiones del Emperador. -Laur·ent. ?