Libros de Economía y Empresa - Fundación Caja Duero

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III.   ESTADO DE LA CUESTIÓN

15.
Balance de la integración económica de España en Europa, veinte años después

José Antonio Nieto Solís

Imagen banderas de Europa

ENTRE LAS lecturas que me introdujeron en la problemática de España y la economía europea recuerdo dos en particular. Los libros de Ramón Tamames y la revista Información Comercial Española (ICE). Tamames fue pionero en los estudios sobre la estructura económica de España y sobre la formación y desarrollo de la Unión Europea (UE). Sus obras han sido reeditadas y revisadas sucesivamente. Las últimas versiones (Tamames y López, 1999) siguen gozando de dos de las virtudes que siempre han acompañado a este autor: su afán enciclopedista y la facilidad de su prosa.

Asimismo, coincidiendo con la adhesión de España a la UE, la revista ICE publicó un valioso monográfico (ICE, 1985) que ayudó a conocer mejor la economía europea y el reto que estaba a punto de iniciarse con la adhesión española. Desde entonces, ICE ha publicado con regularidad numerosos monográficos y artículos de gran interés sobre estos temas. Se trata de aportaciones de obligada referencia para adentrarse en el estudio de Europa y la economía española, y contar de ese modo con elementos indispensables para analizar los efectos de nuestra adhesión. Algo similar puede decirse de otra importante publicación periódica, la revista Papeles de Economía Española (PEE), puesto que desde hace más de dos décadas publica numerosos artículos y monografías de carácter sectorial y general sobre la UE y sobre la inserción española en la economía comunitaria (PEE, 2006).

A partir de éstas y de otras muy diversas lecturas, publiqué mis primeros libros sobre la economía europea (Nieto, 1990 y 1995), que fueron en su momento breves manuales introductorios ampliamente difundidos. Sus sucesivas ediciones han llevado a la versión más reciente (Nieto, 2001): un libro que aborda el estudio de los fundamentos y políticas de la integración en Europa, además de abrir el debate sobre el futuro de la construcción comunitaria y ofrecer una amplia lista de referencias para el lector interesado.

Con un planteamiento similar, pero desde una perspectiva de mayor amplitud temática, he leído con interés las sucesivas ediciones del libro de Jordán Galduf (Jordán, 1999), lo que me permite catalogarlo como un extraordinario manual sobre la UE. Se trata de una obra colectiva, bien guiada por el editor y provista de diversos artículos de gran nivel. Existen, obviamente, otras muchas publicaciones de similares características, particularmente en lengua inglesa. El lector interesado en trabajos generalistas puede consultar también Muñoz y Bonete (1997). Se trata, en este caso, de un libro introductorio, aunque dotado de una buena base de análisis económico. Dada la diversidad temática que entraña la construcción europea, este tipo de obras permiten caracterizar con rigor los fundamentos de la integración comunitaria, como paso previo para estudiar con más detalle sus numerosos aspectos sectoriales.

Imagen Unión Europa y banderas Europeas

Si nos centramos más expresamente en España, un reciente artículo en ICE (Badosa, 2005) contiene una descripción fidedigna, a la vez que emotiva, del proceso negociador que condujo finalmente a nuestra adhesión a Europa. Desde una perspectiva más analítica, otra reciente publicación (Garmendia, 2004) tiene, en mi opinión, el acierto de repasar las distintas etapas por las que ha atravesado la economía española en los últimos años, ofreciendo gran número de datos sobre la situación política y social en las dos últimas décadas. Esta misma tarea de contrastación empírica ya fue realizada anteriormente por otros autores (Ruesga, 1989), prestando más atención a los aspectos sociales de la integración o enfatizando los temas monetarios (Rodríguez, 1997; Banco de España, 1997; Cuadrado y Mancha, 1996).

En concreto, a lo largo de la década de los noventa, la unión monetaria ha dado lugar a un vivo debate, hoy técnicamente superado, pero no por ello carente de interés científico. Frente a las posiciones más ortodoxas, que enfatizan las ventajas de la unión monetaria y de la incorporación de España a la moneda única, algunos autores, como el citado Rodríguez, han mantenido posiciones más críticas, lo que ha permitido incorporar al debate nuevos aspectos, entre ellos, los relativos al análisis de las condiciones de aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, suscrito por los países de la UE para dar continuidad a los criterios de convergencia establecidos en el Tratado de Maastricht.

Como complemento, la convergencia real y la perspectiva regional también han sido el centro de numerosos debates y publicaciones en los últimos años. De hecho, los avances de la integración europea han motivado diversos estudios sobre el papel de España en la nueva Europa (Martín, 1997; Nieto, 1997). Los libros de Carmela Martín son una referencia obligada para el análisis de España y la UE, tanto por su rigor como por el sugerente planteamiento de los temas abordados. Un ejemplo de ello es también su obra sobre los efectos de la ampliación europea (Martín, 2002), temática ésta que ha dado lugar a numerosos trabajos (Consejo Económico y Social, 2004), caracterizados, normalmente, por ofrecer una información bien sistematizada sobre una problemática de evidente amplitud. En el capítulo de aportaciones colectivas sobre estos temas deben mencionarse al menos dos obras (Nieto, 1997; Velarde et al., 1996). El primero es un libro que recoge varios artículos sobre los principales aspectos sectoriales de la economía española y la UE. El segundo ofrece diversos artículos sobre el balance de la primera década de adhesión, tema que sigue gozando de un indudable interés analítico, aunque el discurrir del tiempo nos sitúe ya en la segunda década de nuestra adhesión.

Ese mismo interés ha llevado a la publicación de nuevos trabajos sobre los efectos de la incorporación de España a la UE, uno de los fenómenos que más han influido en la modernización y el progreso de la sociedad y la economía españolas. En este caso, requiere una mención especial el trabajo de Piedrafita et al. (2006). En primer lugar, porque aborda de forma sencilla y rigurosa los aspectos económicos, sociales y políticos de nuestra integración en Europa. Y en segundo lugar, porque ofrece datos sintéticos y gráficos de fácil y agradecida interpretación. Se trata de una referencia indispensable para conocer cómo le ha ido a España desde su incorporación a Europa, si bien la limitada dimensión del trabajo con respecto a la problemática que aborda no permite entrar en detalles sectoriales específicos. Entre los detalles que merecen un tratamiento más amplio, si se desea realizar un balance pormenorizado de nuestra adhesión, me parece necesario destacar dos temas: el estudio de las relaciones financieras España-UE y el papel de los fondos estructurales en las regiones españolas.

Imagen bandera de la Unión Europa

Afortunadamente, ambas cuestiones están bien cubiertas por la bibliografía existente. La propia UE, fuente inagotable de publicaciones sobre el tema, recoge periódicamente los informes sobre la situación financiera de cada estado miembro en el presupuesto comunitario (UE, 2006). No obstante, es recomendable ampliar esa información con fuentes españolas, como las recogidas en las publicaciones periódicas del Ministerio de Economía, que desde hace más de una década ofrece un detallado panorama de los fondos europeos recibidos por los distintos sectores y regiones de nuestro país (Ministerio de Economía, 1996). Asimismo, la importancia de las políticas estructurales y de cohesión de la UE ha motivado numerosos trabajos sobre este tema (UE, 2004; Sosvilla-Rivero y Herce, 2004). Entre la diversidad de obras existentes sobre los fondos estructurales en España deben destacarse las publicadas por la propia UE (2004), puesto que sus sucesivas ediciones ofrecen un marco analítico pormenorizado de las ayudas recibidas por cada comunidad autónoma española.

Por su parte, Sosvilla-Rivero y Herce presentan un interesante análisis del impacto global de las ayudas europeas a España. Su conclusión, compartida por numerosos analistas, insiste en el decisivo papel que ha ejercido Europa en el crecimiento económico español. Sin negar esa evidencia, es importante no perder de vista una idea fundamental: la política estructural y de cohesión de la UE ha tenido una influencia muy importante sobre el desarrollo económico y social de España, si bien la explicación de los resultados alcanzados hay que buscarla en mayor medida dentro de nuestro propio país, a partir de un proceso que se inició con la negociación para la adhesión, y que desde entonces ha hecho posible un lento pero continuado aumento de la eficacia, la productividad y el bienestar en España (Jordán, 2003).

El balance globalmente positivo, como subraya Jordán, no debe impedir recordar algunos efectos negativos de la adhesión española, aunque el análisis de estos efectos requeriría un detalle bibliográfico sectorial imposible de precisar en el breve espacio de estas páginas. A modo de balance, Vega ha coordinado diversos libros sobre la UE y sobre el impacto de la adhesión española (Vega, 2005), en los que puede encontrarse un amplio abanico de artículos de carácter institucional, jurídico, económico y sectorial. Pese a la irregularidad propia de las obras colectivas, gran parte de estos artículos versan sobre aspectos sectoriales de la economía europea, y ofrecen datos y análisis sugerentes para el lector interesado.

Mención especial merece la obra de Powell et al. (2005), puesto que se centra en los aspectos generales de la integración española y se adentra en el análisis de los retos futuros, abriendo el debate sobre las cuestiones clave de la integración europea y sobre las respuestas que pueden darse desde España. Gran parte de esos retos del futuro han quedado recogidos en las nuevas perspectivas financieras de la UE para el periodo 2007-2013 (Navarro y Viguera, 2005), puesto que el marco presupuestario común para los próximos años condicionará las respuestas a los temas más acuciantes, como las futuras ampliaciones, la reforma de la política agrícola común, las perspectivas de las políticas de cohesión, el desarrollo de la ciudadanía de la Unión, el futuro de la Constitución Europea o el papel de la Europa comunitaria en el mundo. Sobre este último aspecto, mi más reciente libro (Nieto, 2005) recoge algunas reflexiones finales que permiten vincular las políticas internas de la UE con su posición ante la globalización, si bien la amplitud de estos temas requiere un continuado trabajo de lectura y reflexión. Por ello, tengo la esperanza de que esta tarea pueda realizarse de un modo más fácil y provechoso a partir de las sugerencias bibliográficas aquí contenidas.

Finalmente, pese a su extraordinaria sencillez, creo que vale la pena destacar, a modo de resumen, dos ideas fundamentales. En primer lugar, la integración europea ha sido, y debe seguir siendo, un fenómeno de gran valor y utilidad para favorecer el bienestar de los pueblos de Europa. Los problemas y desafíos futuros no son probablemente mayores que los obstáculos superados hasta ahora, lo que hace tan interesante como atractivo el camino por recorrer e invita a continuar los estudios y los análisis sobre estos temas. En segundo lugar, España ha resultado globalmente beneficiada de la pertenencia a la UE, puesto que la adhesión ha representado un apoyo fundamental para la modernización económica y el progreso de la sociedad española.

Los problemas e inconvenientes que ha generado la adhesión no eclipsan los logros alcanzados, ni tampoco deben hacernos olvidar que gran parte del éxito se ha debido, y se deberá, al trabajo que desde diversos ámbitos hemos realizados los ciudadanos de nuestro país, con la vista puesta en el entorno al que pertenecemos y al que, por fin, estamos vinculados de manera irrevocable (parafraseando un término propio del debate sobre las uniones monetarias). Si el lector interesado encuentra tiempo, tal vez pueda disfrutar también de la lectura de un conjunto de documentos históricos recopilados por Perdices et al. (2006) en una hermosa publicación que deja constancia de algunas de las aportaciones pioneras que sirvieron para iniciar el camino de la adhesión española a Europa, de la que ahora se cumplen dos felices décadas.

Sirva esta mención final como recordatorio de la importancia de conocer bien nuestra historia para afrontar con más garantía de éxito los retos del futuro. En ese empeño siempre es agradable constatar que la aproximación de España a la UE es tan antigua como la propia idea de la construcción europea. Por ello, resulta tan útil como gratificante traer a la memoria a quienes se han ocupado de estos temas, aunque necesariamente aquí no están todos.